CANBERRA, 17 oct (Xinhua) -- Pese a la lenta recuperación económica mundial, la economía china no parece experimentar una desaceleración brusca. Australia continuará beneficiándose de sus relaciones económicas con China a través del Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral y las inversiones chinas, opinó James Laurenceson, subdirector del Instituto de Relaciones Australia-China de la Universidad de Tecnología de Sídney.
Laurenceson, economista australiano especializado en investigación de la economía china, respondió por escrito a las preguntas de Xinhua.
Al comentar la lenta y desequilibrada recuperación de la economía mundial, Laurenceson dijo que parte de la razón es que los países carecen de la voluntad para realizar reformas estructurales.
"Hemos visto países que hacen uso agresivo de las herramientas macroeconómicas tales como las políticas monetarias y fiscales para estimular la demanda, pero ha habido menos progreso sobre las reformas que impulsan la productividad", expresó.
"Proceder con reformas estructurales con el mismo entusiasmo que la flexibilización de la política macroeconómica es la clave", aseguró.
Laurenceson destacó que la economía china se ha visto afectada indudablemente por la floja economía mundial. Datos recientes muestran que las exportaciones chinas han disminuido en comparación con el año pasado.
"Es decir, las exportaciones chinas están disminuyendo a un ritmo más lento que las importaciones globales. En otras palabras, China todavía está ganando terreno de mercado en ultramar", dijo.
"Más importante aún es que el crecimiento de China se ha visto estimulado por la demanda nacional desde 2010. Por esta razón, no anticipo una brusca desaceleración del crecimiento chino, incluso ante una floja economía mundial", prosiguió.
Anatole Kaletsky, economista jefe y copresidente de la consultora económica Gavekal Dragonomics, escribió recientemente que aún cuando su paso de crecimiento se desacelera, China contribuye a la economía mundial más que nunca, porque su Producto Interno Bruto (PIB) actual es de 10,3 billones de dólares estadounidenses, muy superior a los 2,3 billones de 2005.
"La aritmética simple demuestra que 10,3 billones de dólares creciendo al 6 o 7 por ciento produce un número mayor que un crecimiento del 10 por ciento partiendo de una base que es casi cinco veces inferior", apuntó.
Respecto a la situación económica de Australia, la caída de los precios de las exportaciones ha significado que el ingreso nacional australiano también disminuya.
"Afortunadamente, Australia tiene una tasa de cambio flexible y esto ya se ha ajustado para compensar de cierta manera el impacto negativo", indicó Laurenceson.
"Al igual que en otros países, Australia necesita centrarse en las medidas para mejorar la productividad. El TLC China-Australia es un ejemplo de una política que fomentará la productividad en los dos países", agregó.
Laurenceson subrayó que la economía australiana atraviesa por un proceso de transición del auge de la minería, y necesita demandas de China que sustentarán el crecimiento de otros sectores de su economía, desde la agricultura hasta los servicios. Además, la inversión china puede ayudar a desatar el potencial de estos otros sectores.
"China seguirá siendo el socio económico más importante de Australia", auguró.
Desde una perspectiva global, la liberalización del comercio multilateral es ideal porque promueve el beneficio recíproco para todos los participantes. Sin embargo, los beneficios del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, siglas en inglés), por ejemplo, son limitados por el hecho de que China y la India no están incluidos.
"Por el contrario, un Area de Libre Comercio (FTA) para Asia-Pacífico sería enormemente beneficioso", concluyó.