SAN JOSE, 16 oct (Xinhua) -- Costa Rica es pionero en América Latina al establecer un protocolo para la atención de animales domésticos y de producción en caso de desastres nacionales, según informó hoy el Servicio Nacional de Seguridad Animal costarricense (SENASA).
Así se afirma en el libro "La gestión del riesgo y la atención de animales en desastres: amamantando la resilencia del sector pecuario. La experiencia de Costa Rica", presentado por SENASA, junto al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y World Animal Protection.
La investigación realizada por especialistas en sanidad agropecuaria y de inocuidad de alimentos del IICA, Alejandra Díaz y Sacha Trelles, así como el gerente de respuesta ante riesgo del World Animal Protection, Juan Carlos Murillo, determinó que SENASA logró implementar una serie de disposiciones para atender de manera oportuna a los animales en casos de emergencia como inundaciones, sequías, erupciones volcánicas y sismos.
Entre las medidas tomadas por SENASA destacan la implementación de un fondo para la atención de emergencias sanitarias y disposiciones para la acción efectiva en los procesos de contratación.
Las medidas tomadas por SENASA van dirigidas especialmente hacia los animales en los sectores productivos pecuarios, sin embargo, recientemente la Comisión Nacional de Emergencias incluyó la protección de animales domésticos y de labor, como parte de la Política Nacional de Gestión de Riesgo.
Los resultados positivos de las nuevas disposiciones se validaron cuando el fondo y las disposiciones de contratación se emplearon para mitigar los efectos de las inundaciones en Turrialba, así como de la sequía que atraviesa la provincia de Guanacaste.
"Para el SENASA es de gran relevancia la reducción de desastres y su atención inmediata, con el fin de mitigar los efectos económicos que puedan tener las personas que dependen de sus animales como medios de subsistencia", indicó Bernardo Jaén, director general del SENASA.
Las medidas fueron adoptadas luego del terremoto de Cinchona en 2009, que provocó daños en medio millón de animales y pérdidas por dos millones de dólares.