Quienes lo apoyan en Europa consideran que el acuerdo impulsará las exportaciones, creará empleos, impulsará el crecimiento y fortalecerá la voz de Europa en las reglas del comercio mundial, mientras los oponentes temen que los estrictos estándares europeos de medio ambiente y seguridad alimentaria se erosionarán, y que el poder de regulación de los gobiernos locales para la solución de disputas se debilitará.
El gobierno alemán insiste en que el acuerdo es en beneficio de Alemania y de Europa, y que beneficiará especialmente a las pequeñas y medianas empresas alemanas orientadas a las exportaciones.
En publicidad de páginas completas en periódicos alemanes publicados hoy, el ministro alemán de Economía, Sigmar Gabriel, intentó apaciguar el temor del público, sosteniendo que al firmar el pacto de libre comercio, Europa tendrá la oportunidad de "establecer un nuevo estándar global para el crecimiento del comercio global".