Abou Mohammad, otro desplazado, dijo que "he estado viviendo en Trípoli durante cuatro años con mi familia. Algunos de mis amigos viajaron por mar a Grecia y ahora están en Alemania".
Abou dijo que iba a partir con unos amigos, pero no pudo juntar el dinero que el traficante le pidió: 2.000 dólares por persona.
Abou añadió que "salir de forma ilegal es una aventura ardua y peligrosa, pero esta solución es mejor que nuestra vida en Líbano".
"Podríamos tener un futuro a donde vamos a ir, pero aquí estamos perdiendo la esperanza día tras día y nos estamos haciendo como las personas que aguardan lentamente su muerte", añadió Abou.