LIMA, 8 oct (Xinhua) -- La transformación estructural de su economía y el aumento de la productividad laboral son claves para el crecimiento económico de China, afirmó este jueves el subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Zhu Min.
El alto funcionario de la institución financiera mundial hizo estas afirmaciones antes de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, que se celebrarán en Lima entre el 9 y el 11 de octubre.
El FMI rebajó recientemente su previsión del crecimiento económico global para este año hasta el 3,1 por ciento, una tasa inferior al 3,3 por ciento y el 3,5 por ciento que calculaba en julio y en abril, respectivamente. Sin embargo, prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de China crecerá aún en 6,8 por ciento en 2015.
China afronta un proceso de reequilibrio al tiempo que, de manera constante, ajusta su estructura económica, dejando atrás una economía impulsada por la inversión y las exportaciones hacia un modelo de desarrollo económico dirigido por los servicios y la demanda interna, explicó Zhu a Xinhua.
El sector servicios chino superó al industrial por primera vez el año pasado, y el consumo sobrepasó a la inversión como el principal contribuyente al crecimiento general del PIB, lo que demuestra que la macroestructura de la economía china está navegando en la dirección correcta, argumentó el alto dirigente del FMI.
El crecimiento más lento de la economía de China no puede acelerarse de manera forzada, ya que esta ralentización miminiza los riesgos a la vez que mejora la calidad, añadió.
Zhu se muestra confiado sobre el crecimiento económico del país asiático, y destacó que el crecimiento sostenible de la productividad laboral es clave para el crecimiento económico y el desarrollo a largo plazo.
"En estos momentos, la mayor presión sobre la economía china proviene de su continuo reequilibrio interno y de su ajuste estructural, en los que se incluye la reforma del mercado laboral, el ajuste de la estructura industrial y la mayor inversión en educación e innovación, cuyo objetivo es estimular la productividad laboral", afirmó.
Además, Zhu cree que como la segunda economía más grande del mundo, y uno de los países más abiertos, China debería intentar aumentar el estatus internacional de su divisa.
La capacidad de la moneda china, el renminbi (RMB), de volverse global, convirtiéndose en una divisa de transacción y liquidación comercial, es significativa para el desarrollo estable de las finanzas y la economía chinas, afirmó.
"Si el RMB puede o no incluirse en la cesta de los derechos especiales de giro (DEG) es una implicación importante sobre el estatus del RMB en la comunidad global, que promoverá el uso del RMB en el comercio internacional", dijo Zhu.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha llevado a cabo una evaluación preliminar de la viabilidad de tener el RMB como divisa de reserva, en preparación para una revisión de la composición de la cesta de los DEG a finales de este año, que se lleva a cabo cada cinco.
"Si el RMB entra a formar parte de la cesta de los DEG se convertirá en una divisa global en el sentido real, marcando la primera vez que el FMI aceptaría la moneda de una economía emergente en sus reservas de divisas", explicó Zhu.
Es más, esto, añadió el subdirector gerente del FMI, aumentaría en gran medida el estatus del RMB en la arena internacional, permitiendo que se preste más atención a las voces de los mercados emergentes, y promoviendo la reforma del FMI para convertirla en una organización más inclusiva.
Zhu cree que la internacionalización del RMB se ha desarrollado rápidamente durante la última década. La circulación del RMB en el extranjero ha pasado por grandes cambios, con muchos países dispuestos a aceptar el RMB como parte de sus reservas extranjeras. "Más adelante, los DEG tendrán una gran influencia en la internacionalización del RMB".