RAMALA, 8 oct 8 (Xinhua) -- El presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que los palestinos izarán hoy su bandera en la mezquita al-Aqsa y en la Iglesia del Santo Sepulcro , tal como lo hicieron en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Abbas exigió a Israel que se mantenga alejado de los sitios sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén, y expresó su apoyo a la defensa y lucha de los palestinos para proteger la mezquita al-Aqsa.
El presidente dijo a los israelíes que los palestinos mantendrán sus manos extendidas en paz a pesar de sus dificultades con Israel y agregó que si se logra la paz en Palestina, involucraría "al mundo".
"Nosotros no atacamos a nadie, pero no queremos que ellos (los israelíes) nos ataquen. Tampoco queremos que entren en la mezquita sagrada al-Aqsa", dijo Abbas.
Además, reiteró su demanda de que Israel se guíe por los acuerdos firmados. "En la ONU lo dijimos: Israel necesita adherirse a su compromisos y nosotros nos adheriremos a los nuestros. Sin embargo, si ellos no lo hacen, entonces ellos serán los responsables del caos resultante".
Abbas aseguró que los palestinos no renunciarán a su patria ni a su prosperidad y que no la abandonarán, a pesar de los conflictos actuales.
El presidente palestino invitó a empresarios a invertir en negocios palestinos y a no ser disuadidos por los "ataques de colonos". Ellos (los colonos) están tratando de frustrar el proyecto nacional palestino mientras que nosotros tratamos de construirlo", indicó.
Las tensiones están escalando entre el ejército israelí y los colonos, por un lado, y los palestinos por el otro, luego de una emboscada a tiros tendida hoy en la que una pareja israelí murió en la ciudad cisjordana de Nablus. Dos soldados israelíes fueron asesinados a puñaladas en Jerusalén Oriental.
En represalia, el ejército israelí mató a seis palestinos y dijo que les disparó a tres de ellos por haber apuñalado a los israelíes. Los otros tres, incluido un adolescente de 13 años de edad, murieron durante los enfrentamientos actuales en distintas ciudades de Cisjordania, que también dejaron más de 600 heridos.
Saeb Erekat, secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), pidió a la comunidad internacional presionar al gobierno israelí para que acate las decisiones de la legitimidad internacional que garantizan el establecimiento del Estado Palestino dentro de las fronteras de 1967, y que tenga a Jerusalén Oriental como su capital.
Erekat señaló que el gobierno israelí es completamente responsable de las consecuencias de los "ataques que están ocurriendo en los territorios palestinos, en particular los intentos de imponer una separación física en el complejo de la mezquita al-Aqsa en Jerusalén Oriental, así como de las demoliciones de viviendas, los castigos colectivos, la limpieza étnica y los cierres en Cisjordania y la Franja de Gaza".
Por su parte la oficina del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, previno a los ministros y los miembros del Parlamento de entrar en el complejo de la mezquita al-Aqsa, informó la radio pública israelí.
La radio señaló que Netanyahu prohibió recientemente a varias figuras públicas ir al lugar donde han ocurrido enfrentamientos intensos durante tres semanas.
Las fuerzas israelíes han incursionado en el sitio sagrado islámico para castigar a los fieles palestinos que estaban protestando por el ingreso de grupos de judíos al complejo durante los días festivos judíos, con lo que se alteró el statu quo.
Los palestinos desean declarar a Jerusalén Oriental como capital de su futuro estado, mientras que Israel insiste en que la ciudad sagrada es la capital "indivisible" de su país.
La comunidad internacional no reconoce la declaración hecha en 1950 por Israel de que Jerusalén es su capital porque contradice la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada en 1947.