RAMALA, 6 oct (Xinhua) -- El presidente palestino, Mahmoud Abbas, indicó hoy que no quiere ningún agravamiento de la situación militar o de seguridad con Israel y exigió a este país detener la escalada de violencia.
"Nosotros no iniciamos (la violencia) e Israel tiene que detenerse y aceptar la mano que le extendemos. Queremos llegar a una solución política por medios pacíficos y no de otra manera", dijo Abbas al presidir una reunión del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
"No buscamos un agravamiento de los hechos, sino que queremos protegernos", señaló Abbas, quien advirtió que si el agravamiento de la situación continúa, las consecuencias serán peligrosas.
El presidente palestino acusó al gobierno israelí de alentar las tensiones con el "lanzamiento de un intenso ataque contra los palestinos en todas partes" y añadió que Israel no sólo esta atacando palestinos, también los está matando.
Abbas dijo que el gobierno israelí y sus políticas están incrementando su "aislamiento", una referencia a la más reciente resolución de la Asamblea General de la ONU sobre el izamiento de la bandera palestina en la sede de Naciones Unidas, la cual fue aprobada por una abrumadora mayoría de votos.
"Les decimos (a los israelíes): dejen (de construir) los asentamientos y liberen a los 30 detenidos conforme a lo que acordaron con el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry y estaremos listos para regresar a las negociaciones", dijo Abbas.
Abbas añadió que los palestinos no pueden ser la única parte que cumpla los acuerdos firmados. "Si Israel no quiere estos acuerdos, entonces nosotros no queremos implementarlos".
Las tensiones entre los palestinos y los israelíes se exacerbaron a mediados de septiembre cuando los palestinos protestaron en términos enérgicos por permitir a los grupos judíos entrar al complejo de Al-Aqsa en Jerusalén Oriental durante las festividades judías.
Las tensiones se extendieron a otras zonas después de que una pareja israelí fue abatida cerca de la ciudad de Naplusa, en el norte de Cisjordania, y de que otros dos israelíes fueran apuñalados cerca de Jerusalén Oriental en los últimos días.
En respuesta, el ejército israelí mató a cuatro palestinos y dijo que dos fueron acusados de realizar dos distintos ataques con cuchillos. Los otros dos, incluyendo a un menor de 13 años, murieron durante los constantes enfrentamientos en Cisjordania que han dejado más de 500 heridos.
