Los países principales, apuntó, deben seguir en sus relaciones los principios de ausencia de conflicto y enfrentamiento, repeto mutuo y cooperación recíprocamente beneficiosa. Al mismo tiempo, las naciones grandes deben tratar a las pequeñas como iguales, y adoptar un enfoque adecuado sobre la justicia y los intereses, anteponiendo la primera a los segundos.
En segundo lugar, Xi advirtió contra la mentalidad de la Guerra Fría y llamó a establecer una arquitectura de seguridad, caracterizada por la equidad y la justicia, a la que contribuyan y que compartan las naciones de forma conjunta.
"Debemos favorecer una nueva concepción de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, y potenciar el rol central de las Naciones Unidas y de su consejo de seguridad a la hora de terminar con la guerra y mantener la paz", apuntó Xi.
En tercer lugar, Xi abogó por una perspectiva de desarrollo abierta, innovadora e inclusiva que beneficie a todos.
"Es importante que utilicemos tanto la mano invisible como la visible para formar sinergias entre las fuerzas de mercado y el papel del gobierno, así como esforzarnos para lograr la eficiencia y la equidad", dijo Xi.