ESPECIAL: La charrería, una de las tradiciones más representativas de la cultura en México

Spanish.xinhuanet.com   2015-09-28 06:57:15

Por Epifanio Cortés Cedillo

MEXICO, 27 sep (Xinhua) -- La charrería, una práctica de la equitación y sus diversas formas de jaripeo, es una de las tradiciones mexicanas más representativas de la cultura mexicana, y se considera como el deporte nacional que identifica a los mexicanos en casi cualquier lugar del mundo.

La charrería es una de las actividades distintivas de la cultura mexicana en la que se exalta el valor, la intrepidez y la hombría del charro y la charra, es decir, de los hombres y mujeres del campo que montan y doman a briosos caballos y yeguas.

Se trata de un deporte-espectáculo basado en las actividades tradicionales de la ganadería, en particular de la crianza y domesticación de ganado equino que se ha transmitido de generación en generación, de acuerdo con expertos consultados por Xinhua.

Como cualquier deporte, la charrería está regulada por la Federación Mexicana de Charrería (FMCh), misma que cuenta con un reglamento, normas y características que se deben de respetar, tanto en competencias oficiales y amistosas como las de exhibición.

"La charrería es algo que nos identifica como mexicanos, y en la que se mantienen presentes las tradiciones y los valores culturales como la fuerza, el trabajo, el orden y el respeto", señala Ricardo Leal Medellín, miembro activo de la Asociación Nacional de Charros (ANCh).

Entrevistado por Xinhua durante un evento en la sede de esa organización, don Ricardo señala: "La charrería es casi siempre una tradición familiar que se transmite de una generación a otra. Por ejemplo -acota- los niños son introducidos a este deporte a una temprana edad, desde los cuatro o cinco años de edad, y muchos charros pasan décadas en el rodeo".

Lo mismo pasa con los caballos, que desde chicos son sometidos a un riguroso entrenamiento para que respondan de manera inmediata a las órdenes del jinete y aprendan a parar cuando se les indica, a girar en pequeños círculos, o caminar hacia a los lados y atrás atrás, acota Leal Medellín.

"En este deporte, el binomio caballo-jinete es fundamental y es como si fuera una sola pieza. Debe de haber una total identificación entre quien monta al caballo y el jinete, y esto se logra con entrenamiento y tenacidad", expresa don Richard, como le llaman sus compañeros de la ANCh.

Con más de 40 años de actividad en la charrería, don Ricardo concluye que "con el caballo se hizo la Conquista de nuestro país (por parte de la Corona Española), se hizo el inicio de nuestra Independencia y fue fundamental en la Revolución (mexicana), por eso, ni duda cabe que es parte de la identidad mexicana".

CHARRERIA NACE EN EPOCA COLONIAL

Los orígenes de la charrería en México se remontan a la época colonial, en los inicios de las haciendas ganaderas y agrícolas, cuando sólo los españoles tenían derecho a montar a caballo, mientras que los nativos y mestizos sólo se dedicaban a cuidar a esos animales, con el encargo principal de amansarlos mediante el uso de una reata (lazo).

Con el creciente uso de esos animales para el trabajo de la tierra y el manejo de ganado, el virrey Don Antonio de Mendoza se vio en la necesidad de otorgar una serie de permisos para que los indígenas pudieran montar los caballos, con lo que hicieron más fáciles las actividades de arreo de animales en las haciendas novohispanas, según escribe Artemio del Valle Arizpe en su libro "Virreyes y virreinas de la Nueva España".

Según el mismo autor, a finales de del siglo XIX se vislumbra el nacimiento de la charrería formal en las haciendas del actual central estado de Hidalgo, y desde esos tiempos hasta la actualidad, la charrería se ha mantenido en el gusto popular de los mexicanos como parte de su cultura.

JORGE NEGRETE Y PEDRO INFANTE, CHARROS POPULARES

El charro y su vestimenta se popularizaron gracias a los actores y cantantes mexicanos Jorge Negrete y Pedro Infante, quienes hasta ahora se consideran como dos de sus más famosos exponentes.

Ambos personajes dieron gran impulso a la imagen del charro por sus muchas películas en las que actuaron durante la llamada Epoca de Oro del Cine Mexicano (1936-1959), aunque personajes de otros ámbitos se distinguieron por vestirse de charro, como el ex presidente Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), cuya fotografía con ese atuendo se exhibe en el Museo de la Charrería, en el Centro Histórico de Ciudad de México.

ELEMENTOS DE LA VESTIMENTA

Aunque la vestimenta de charro ha ido cambiando con el paso de los años, se mantiene la esencia: pantalón de gamusa o piel con botonaduras de metal (plata), saco de tela o gamusa sin adornos en colores negro, blanco, café o gris, así como corbata discreta de moño colgante estilo mariposa.

"Los trajes de gala o etiqueta son el color negro o variante de gris oscuro, botonadura fina, sobrero de fieltro fino gris o blanco, chaleco con botones pequeños que combinen con la botonadura exterior, cinturón con hebilla de plata discreta, de preferencia lisa o bordado en color plata, así como botones negros", explica el diseñador Rómulo Arriaga.

Entrevistado por Xinhua, el también charro explica que existen cuatro tipos de vestimenta y son originarios de los estados de México, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, y se diferencian en la curvatura y el ancho del ala en el sombrero, así como las llamadas "pedradas", que son los hundimientos que tienen en la parte superior o copa.

Pero más allá de tipos, colores o adornos, el uniforme de charro tradicional es fácilmente identificable, porque tiene características únicas de México.

  
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ESPECIAL: La charrería, una de las tradiciones más representativas de la cultura en México

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Por Epifanio Cortés Cedillo

MEXICO, 27 sep (Xinhua) -- La charrería, una práctica de la equitación y sus diversas formas de jaripeo, es una de las tradiciones mexicanas más representativas de la cultura mexicana, y se considera como el deporte nacional que identifica a los mexicanos en casi cualquier lugar del mundo.

La charrería es una de las actividades distintivas de la cultura mexicana en la que se exalta el valor, la intrepidez y la hombría del charro y la charra, es decir, de los hombres y mujeres del campo que montan y doman a briosos caballos y yeguas.

Se trata de un deporte-espectáculo basado en las actividades tradicionales de la ganadería, en particular de la crianza y domesticación de ganado equino que se ha transmitido de generación en generación, de acuerdo con expertos consultados por Xinhua.

Como cualquier deporte, la charrería está regulada por la Federación Mexicana de Charrería (FMCh), misma que cuenta con un reglamento, normas y características que se deben de respetar, tanto en competencias oficiales y amistosas como las de exhibición.

"La charrería es algo que nos identifica como mexicanos, y en la que se mantienen presentes las tradiciones y los valores culturales como la fuerza, el trabajo, el orden y el respeto", señala Ricardo Leal Medellín, miembro activo de la Asociación Nacional de Charros (ANCh).

Entrevistado por Xinhua durante un evento en la sede de esa organización, don Ricardo señala: "La charrería es casi siempre una tradición familiar que se transmite de una generación a otra. Por ejemplo -acota- los niños son introducidos a este deporte a una temprana edad, desde los cuatro o cinco años de edad, y muchos charros pasan décadas en el rodeo".

Lo mismo pasa con los caballos, que desde chicos son sometidos a un riguroso entrenamiento para que respondan de manera inmediata a las órdenes del jinete y aprendan a parar cuando se les indica, a girar en pequeños círculos, o caminar hacia a los lados y atrás atrás, acota Leal Medellín.

"En este deporte, el binomio caballo-jinete es fundamental y es como si fuera una sola pieza. Debe de haber una total identificación entre quien monta al caballo y el jinete, y esto se logra con entrenamiento y tenacidad", expresa don Richard, como le llaman sus compañeros de la ANCh.

Con más de 40 años de actividad en la charrería, don Ricardo concluye que "con el caballo se hizo la Conquista de nuestro país (por parte de la Corona Española), se hizo el inicio de nuestra Independencia y fue fundamental en la Revolución (mexicana), por eso, ni duda cabe que es parte de la identidad mexicana".

CHARRERIA NACE EN EPOCA COLONIAL

Los orígenes de la charrería en México se remontan a la época colonial, en los inicios de las haciendas ganaderas y agrícolas, cuando sólo los españoles tenían derecho a montar a caballo, mientras que los nativos y mestizos sólo se dedicaban a cuidar a esos animales, con el encargo principal de amansarlos mediante el uso de una reata (lazo).

Con el creciente uso de esos animales para el trabajo de la tierra y el manejo de ganado, el virrey Don Antonio de Mendoza se vio en la necesidad de otorgar una serie de permisos para que los indígenas pudieran montar los caballos, con lo que hicieron más fáciles las actividades de arreo de animales en las haciendas novohispanas, según escribe Artemio del Valle Arizpe en su libro "Virreyes y virreinas de la Nueva España".

Según el mismo autor, a finales de del siglo XIX se vislumbra el nacimiento de la charrería formal en las haciendas del actual central estado de Hidalgo, y desde esos tiempos hasta la actualidad, la charrería se ha mantenido en el gusto popular de los mexicanos como parte de su cultura.

JORGE NEGRETE Y PEDRO INFANTE, CHARROS POPULARES

El charro y su vestimenta se popularizaron gracias a los actores y cantantes mexicanos Jorge Negrete y Pedro Infante, quienes hasta ahora se consideran como dos de sus más famosos exponentes.

Ambos personajes dieron gran impulso a la imagen del charro por sus muchas películas en las que actuaron durante la llamada Epoca de Oro del Cine Mexicano (1936-1959), aunque personajes de otros ámbitos se distinguieron por vestirse de charro, como el ex presidente Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), cuya fotografía con ese atuendo se exhibe en el Museo de la Charrería, en el Centro Histórico de Ciudad de México.

ELEMENTOS DE LA VESTIMENTA

Aunque la vestimenta de charro ha ido cambiando con el paso de los años, se mantiene la esencia: pantalón de gamusa o piel con botonaduras de metal (plata), saco de tela o gamusa sin adornos en colores negro, blanco, café o gris, así como corbata discreta de moño colgante estilo mariposa.

"Los trajes de gala o etiqueta son el color negro o variante de gris oscuro, botonadura fina, sobrero de fieltro fino gris o blanco, chaleco con botones pequeños que combinen con la botonadura exterior, cinturón con hebilla de plata discreta, de preferencia lisa o bordado en color plata, así como botones negros", explica el diseñador Rómulo Arriaga.

Entrevistado por Xinhua, el también charro explica que existen cuatro tipos de vestimenta y son originarios de los estados de México, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, y se diferencian en la curvatura y el ancho del ala en el sombrero, así como las llamadas "pedradas", que son los hundimientos que tienen en la parte superior o copa.

Pero más allá de tipos, colores o adornos, el uniforme de charro tradicional es fácilmente identificable, porque tiene características únicas de México.

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