Por Rogelio del Río
LA HABANA, 25 sep (Xinhua) -- Las polimitas, molusco terrestre endémico de la región este de Cuba y considerado el más bello de su especie en el planeta, se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat y al comercio ilegal de sus conchas.
El periódico oficial "Granma" lanzó este viernes una alerta para proteger al atractivo caracol.
El órgano del Partido Comunista de Cuba instó a emprender en el país acciones efectivas encaminadas a frenar el deterioro de sus frágiles poblaciones, gravemente amenazadas de extinción.
Las polimitas son conchas muy coloreadas, de pequeño tamaño, con diversas variedades y especies.
Oriundas fundamentalmente de las zonas boscosas del este de Cuba, también se les puede encontrar en otros lugares de la geografía nacional, como el legendario Valle de Viñales, ubicado en la provincia de Pinar del Río (oeste).
Estos moluscos prefieren una humedad relativamente alta, sobre todo en troncos de árboles vivos, hojarascas y en el propio suelo de los cultivos de café.
Diversas monitorizaciones realizadas en su hábitat natural permitieron la clasificación de por lo menos 15 diseños diferentes de conchas, poseedoras de las más variadas tonalidades en forma de espiral que sólo alcanzan a vivir un máximo de tres años y medio.
Además de una indiscutible belleza cromática que las hace únicas, las polimitas reportan beneficios al entorno, ya que limpian las hojas y los tallos de los árboles al ingerir los hongos y líquenes que los cubren, además de servir de alimento a aves como el gavilán caguarero, distintivo de la zona y en peligro crítico de extinción.
Su principal depredador es el ciempiés.
La polimita se entierra cuando comienza a invernar y es aquí donde el ciempiés realiza su labor depredadora, cuando los extrae a la superficie y devora.
Por su atractivo natural y consistencia son recolectadas de manera irresponsable por comerciantes que las utilizan en la confección de collares, aretes, gargantillas, cortinas, lámparas de salón, sonajeros y manillas.
Baracoa y Maisí, en la provincia de Guantánamo (este), constituyen dos de los municipios donde tiene mayor auge la colecta y compraventa de conchas.
Según "Granma", esta constituye una de las causas principales de la declinación creciente de las polimitas; sin embargo, "el fenómeno persiste y hasta se incrementa año tras año, muchas veces a la vista pública, sin adoptarse medidas ejemplarizantes contra los autores".
La primera alarma en defensa del pintoresco molusco fue hecha en 1943 por el estudioso Miguel Luis Jaume García (La Habana, 1905-1990), quien llamó a proteger estos gasterópodos, "sin que hasta la fecha, más de siete décadas después, se hayan adoptado medidas efectivas que impidan frenar la decadencia de la especie y lograr su recuperación".
Funcionarios del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) aseguran que hace una década funcionaba la Comisión de Pre-vención, la cual tenía entre sus tareas el combate a la colecta y compraventa del molusco, pero con el tiempo el comité se extinguió y con él las acciones para enfrentar el comercio ilegal de esta especie.
Estudios recientes demostraron las afectaciones creadas por la pérdida o transformación del hábitat natural de las polimitas, como consecuencia del cambio climático, causante del descenso de las lluvias y del incremento de las temperaturas.
Cuba sufre una severa sequía desde septiembre de 2014, calificada por expertos del Centro Nacional del Clima como la más grave de los últimos 115 años.
Se prevé que la situación se prolongue en los próximos meses, debido a la significativa escasez de lluvias en la isla en el actual periodo ciclónico (1 de junio-30 de noviembre).
En momentos en que el país antillano experimenta un auge en la llegada de turistas y, como consecuencia, la artesanía cobra mayor demanda y aumentan los dividendos, las autoridades encargadas de regular el uso y protección de la flora y la fauna silvestre están llamadas a combatir la devastación de las polimitas, tesoro multicolor de Cuba. Fin