DAMASCO, 24 sep (Xinhua) -- Al término de las oraciones del Eid al-Adha, en Siria, Moaz y sus cuatro amigos corrieron al viejo patio de la Mezquita Umayyad y se tomaron "selfies", probablemente los últimos en ese lugar.
"Pienso que este es mi último Eid en Siria porque partiré a Europa la próxima semana", declaró Moaz, mientras señalaba a sus cuatro amigos que se le sumarán.
El grupo comentó que había planeado con anticipación viajar a Europa para solicitar refugio, pero que decidieron esperar hasta que terminara el festival del ayuno, que empezó hoy.
"No quise dejar a mi familia antes del Eid. Creo que pasar las fiestas con ellos los calmará un poco y a mí también me permitirá cierta paz", comentó.
Moaz es uno de los cientos de jóvenes sirios que buscan refugio en Europa para escapar del elevado índice de desempleo y de los precios estratosféricos en Siria, sin mencionar el actual conflicto armado.
El joven estudió ciencias de la computación y sus amigos también son recién graduados, por lo que creen que pueden tener una oportunidad en Europa.
Samer, amigo de Moaz, comenta que alberga sentimientos encontrados respecto al hecho de abandonar Siria.
"Mi cerebro me dice que me vaya, pero mi corazón anhela que me quede. Después de que tomé la decisión de irme, todo parece haber adquirido otra dimensión. Los detalles de la bella ciudad que antes pasaba por alto, el sabor del agua y la brisa fresca. Creo que ya me siento nostálgico", expresó.
Aunque vive en un distrito relativamente seguro en el centro de Damasco, Samer comentó que hay más cosas insoportables pero menos aspectos importantes del conflicto.
Cono ejemplo se refirió a "las largas horas de falta de electricidad y la escasez de agua. Entiendo que estamos en guerra, pero se ha prolongado demasiado".
Los jóvenes admiten que la parte más dolorosa de su migración es decir adiós a sus padres.
"Mi mamá tiene más de 50 años, mi papá es 10 años mayor, por eso no hay forma de que pueda llevarlos conmigo. Estoy preparado para asumir yo solo el gran riesgo. Pero ellos deben quedarse. El viaje por mar es peligroso y además tendré que caminar largas distancias una vez que se llegue a Europa", explicó Samer mientras sus amigos asienten para expresar que están de acuerdo con él.
Una mujer llamada Rula, madre de tres hijos, comentó que su hijo más joven se fue a Europa pero debido a que es menor, la policía de Austria lo tomó junto con otros jóvenes de su edad y los llevó a campamentos especiales.
"Quiero que tenga una mejor oportunidad en un país seguro. Él se dirigía a Alemania, sin embargo, en el camino la policía austriaca detuvo su autobús y revisó su identificación por lo que se lo llevó. La pena de perderlo en Europa me está acabando", dijo, reflejando el dolor que la mayoría de las madres experimentan cuando sus hijos emigran a Europa.
"Desearía que él estuviera con nosotros. Éste es el primer Eid sin él", comentó Rula, y agregó que su hijo mayor ya estaba en Alemania antes de que su hermano menor emprendiera el viaje.
La gran mayoría de los jóvenes optan por ir a Alemania, debido a las múltiples facilidades proporcionadas por el gobierno alemán. Confían en que tienen una posibilidad debido a su educación.
"Creo que tengo una oportunidad en Alemania. Ellos necesitan personas educadas y creo que podré encontrar un empleo decente", dice con optimismo Muaz, quien agregó que regresará a Siria una vez que acabe la crisis.
Mientras tanto, el gobierno sirio ha reiterado que la crisis de refugiado se está politizando.
El primer ministro, Wael al-Halqi, declaró el 12 de septiembre que la inmigración de sirios es un "proyecto político extranjero para mermar a Siria de sus jóvenes", informó la agencia estatal de noticias SANA.
"El asunto de la inmigración siria es un proyecto metódico y organizado con profundas dimensiones graves para que Siria pierda su rango distintivo de jóvenes eficientes, que puedan involucrarse en la futura reconstrucción de Siria", afirmó al-Halqi.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, declaró el 3 de septiembre que su gobierno se entristece por la muerte de refugiados sirios que intentan buscar asilo en Europa y pierden la vida ahogados.
"No sólo estamos tristes. Nos enoja que los sirios y personas de otras nacionalidades se ahoguen mientras somos impotentes para ayudarlos", expresó Mekdad, quien prometió que su gobierno hará todo lo que esté en su poder para poner fin a ese fenómeno.
"Les aseguro que recurriremos a cualquier cosa para evitar que este fenómeno persista. Sin embargo, en este asunto, Siria necesita del apoyo completo y total de la comunidad internacional", afirmó.
Mekdad hizo un llamado a los sirios para que regresen a su país "debido a que éste es su lugar correcto", sostuvo Mekdad. Acusó a la prensa occidental y a Turquía de alentar a los sirios a abandonar su país.
Siria tenía una población de 22 millones de ciudadanos antes de la guerra. Actualmente, más de 12 millones de sirios se han visto obligados a huir de sus casas en busca de refugio dentro del país o en el extranjero.