BEIJING, 12 sep (Xinhua) -- Tratar con los efectos del cambio climático es una batalla ardua que involucra a todos países, ya sean grandes o pequeños, ricos o pobres.
Durante su programada visita de Estado a Estados Unidos prevista para finales de septiembre, el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, probablemente mostrarán una aspiración y resolución más fuertes para, junto con otros países, ayudar a nuestro planeta a ganar la batalla que nos llevará al éxito o a la ruina.
DISPOSICION COMUN
"Se ha visto una creciente cooperación entre los dos países (China y Estados Unidos) sobre temas climáticos", señaló Nathaniel Ahrens, director de Asuntos de China en la Universidad de Maryland, al calificarlo de "factor positivo" de la prevista visita de Xi.
Entretanto, el embajador chino en Estados Unidos, Cui Tiankai, consideró la resolución del problema del cambio climático como "una prioridad" para ambos países en la actual etapa.
China, el país en desarrollo más grande del mundo, necesita tratar con la polución del aire en su territorio, mientras que Estados Unidos, como el país desarrollado más grande, sufre frecuentemente de condiciones meteorológicas extremas como sequías y huracanes.
Como se teme que la combinación de eventos meteorológicos extremos se pueda cuadruplicar durante el próximo siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando a su ritmo actual, sin duda la creación de un ambiente favorable para las generaciones venideras se convertirá en la aspiración común de China y Estados Unidos, los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero.
La lucha contra el cambio climático también se trata de construir una comunidad de destino común, ya que todos los esfuerzos sobre el cambio climático van más allá de los límites nacionales.
Antes de una conferencia climática de las Naciones Unidas (ONU), prevista para celebrarse en la capital francesa de París a finales de este año, China y Estados Unidos han acordado atenuar conjuntamente lo que denominaron "una de las mayores amenazas a las que se enfrenta la humanidad".
El último encuentro entre Xi y Obama, que se celebró al margen de la Cumbre del APEC 2014 en Beijing, tuvo como resultado, entre otros, un comunicado conjunto sobre el cambio climático, en el cual los dos países anunciaron sus respectivas metas posteriores a 2020 para enfrentarse al cambio climático.
Los dos países también impulsarán conjuntamente las negociaciones internacionales sobre el cambio climático para que, según lo programado, se alcance un nuevo acuerdo en París, explica el comunicado.
La declaración crea "una gran oportunidad" para la transición a la energía baja en emisiones de carbono en los dos países y para el desarrollo de las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética, un punto clave en la cooperación bilateral, dijo un experto de energía a Xinhua
"La mitigación del cambio climático no se trata solo de las acciones que nos impiden dañar el planeta, sino lo que es más importante, cómo podemos seguir una vía de desarrollo sostenible", dijo Liu Zhu, investigador de la Universidad de Harvard, cuya investigación se centra en las emisiones de carbono y la ciencia de la sostenibilidad.
COMPROMISOS INDIVIDUALES
Individualmente, China y EEUU han declarado sus propios objetivos de reducción de emisiones.
En junio, China prometió "Contribuciones Determinadas y Previstas a Nivel Nacional" (INDC, siglas en inglés) para reducir las emisiones de dióxido de carbono por unidad del Producto Interior Bruto (PIB) en entre un 60 y un 65 por ciento, en comparación con los niveles de 2005, en 2030, según detalla un documento presentado a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
La segunda economía más grande del mundo pretende conseguir su punto máximo de emisiones de dióxido de carbono alrededor de 2030, y hará todo lo posible para hacerlo antes de dicha fecha, según sus INDC.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hong Lei, dijo en rueda de prensa el martes que China está dispuesta a trabajar con todas las partes para ayudar a que la cumbre de París alcance un acuerdo integral y equilibrado, basado en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, igualdad y capacidades respectivas.
"Ya que no queda mucho tiempo antes de la cumbre, todas las partes necesitan acelerar las negociaciones con la mayor sinceridad, para construir un consenso lo mayor posible", dijo Hong.
Por su parte, la administración Obama, anunció en agosto la última versión, más dura, sobre su "Plan de Energía limpia", que según el presidente del país norteamericano reducirá en un tercio la polución de las centrales eléctricas en los próximos 15 años, convirtiéndolo en "el paso más importante que EEUU ha tomado nunca en la lucha contra el cambio climático".
El plan, aunque cuenta con la oposición de los republicanos del congreso, que han afirmado que la decisión dañará a los estados que dependen de la minería de carbón, y que también elevará los precios de la electricidad, ha sido elogiado por la directora de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU, Gina McCarthy, que afirma que de esta manera, los gases vinculados al cambio climático se reducirán más rápido de lo que se han reducido hasta el momento.
RETOS FUTUROS
En base a los esfuerzos conjuntos e individuales mencionados previamente, uno de los retos principales a los que se enfrenta la cooperación sino-estadounidense en el terreno del cambio climático trata sobre cómo los dos países pueden asegurar resultados de ganar-ganar tanto para el desarrollo económico como para la protección medioambiental.
"No hay atajos", dijo Liu, subrayando la necesidad para que ambos países sigan trabajando en tecnología e innovación, educación y mejora de la eficiencia.
El hecho de que los países en desarrollo inevitablemente comprometan el ritmo de su desarrollo a cambio de la reducción de las emisiones de carbono, solo hace aún más justificable el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, y también llama a que los países desarrollados proporcionen el apoyo financiero y tecnológico necesario a las naciones en desarrollo.
En este frente, Liu afirmó que la estrecha cooperación entre investigadores de EEUU y China es crucial para "valorar la tecnología detallada y el estado de las emisiones de carbono", y consecuentemente transferir la tecnología y los fondos de los países desarrollados a los países en desarrollo para apoyar sus esfuerzos de mitigación.
Mientras tanto, el embajador Cui, cree que ambos países tienen que darse cuenta de que luchar contra el cambio climático no impedirá el crecimiento, sino que generará más trabajos y oportunidades, y conllevará una mayor cooperación práctica.
La visita de Xi a EEUU, unirá los esfuerzos de los dos países para ayudar al mundo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de manera más efectiva.