BARCELONA, 8 sep (Xinhua) -- El recientemente coronado como mejor restaurante del mundo, El Celler de Can Roca, fundamenta su éxito en la tradición culinaria de los pueblos del mediterráneo y a una continua innovación y creatividad.
Esto infunde a los platos una singularidad especial fruto de la inspiración y trabajo del equipo del restaurante.
La inspiración e innovación nacen de diversas fuentes, por ejemplo, de los viajes de los hermanos Roca, propietarios de este restaurante seleccionado como el mejor del mundo a principios de junio por la prestigiosa revista británica, "Restaurant".
Así recuperaron el primer puesto, también conseguido en 2013. En 2011, 2012 y 2014 el restaurante ocupó el segundo lugar en el ranking de los mejores restaurantes del mundo.
Así, el plato de entrada "Comerse el mundo", sumerge al cliente en los sabores más auténticos de China, Corea del Sur, Turquía, Marruecos y México, para seguir con las siguientes entradas y platos de sabores igualmente intensos y minuciosa preparación y presentación.
Joan Roca, el chef, Josep Roca, el encargado de la sala y la bodega y Jordi Roca, encargado de la cocina dulce, fundaron este restaurante en 1986, en Girona (Cataluña), en el noreste de España.
"Lo más importante es el sabor", explicó Joan Roca a Xinhua, "el sabor es lo que conecta con tu memoria, es lo que persiste cuando te vas, por lo que muchos esfuerzos están dirigidos a conseguir sabores muy puros, muy auténticos, muy intensos".
Esta es la sensación que emerge del "Helado de oliva verde", que con la forma de una oliva, "cuelga" de las ramas de un bonsái.
Así, confluyen la tradición del olivo y su fruto, árbol característico de la flora mediterránea, con la creatividad, la estética y la consecución de un sabor intenso y puro.
De acuerdo con Joan Roca, la cocina del restaurante es una combinación de eso mismo, la cocina tradicional, elaborada con productos principalmente autóctonos y de productores locales, la creatividad y la innovación.
"Somos creativos, pero somos muy respetuosos con la tradición y con los recetarios clásicos que han dado nombre también e importancia a esta región desde un punto de vista gastronómico", aclaró Joan Roca.
La innovación y la investigación se dan cita también en una "Masia" (casa rural típica en Cataluña) situada a pocos metros del restaurante.
Allí "trabajan personas que se dedican a pensar y a desarrollar ideas, a formar a nuestro equipo y a trabajar en proyectos", dijo Joan Roca, al destacar que este laboratorio forma parte importante del restaurante.
Estos proyectos abarcan diversos temas, algunos son de responsabilidad social, lo que permite a los hermanos Roca ayudar a jóvenes en riesgo de exclusión, "incidiendo en la sociedad a través de la cocina directamente, o el cultivo de nuestros huertos ecológicos o el reciclaje".
Los hermanos Roca le ofrecen una experiencia gastronómica única a sus clientes. "Nuestro trabajo es efímero y queda en la memoria de los clientes", dijo.
"Queremos que el cliente viva una experiencia gastronómica especial, que la lleve en su memoria, que la recuerde porque sabemos que esto es lo que quedará de nuestro trabajo".
Para ello se ayudan de la denominada cocina molecular, que combina la física y la química para transformar los alimentos. Prueba de ello es la esfera "Campari", que hay que comer cuidadosamente, ya que se deshace en la boca.
El menú del Celler de Can Roca empieza antes del primer plato:
Al llegar, el cliente disfruta del ambiente relajado de su jardín, tiene la posibilidad de visitar las cocinas y de ver cómo trabajan los 40 cocineros.
Después, pueden pasar a una sala de unos 200 metros donde hasta 55 comensales, atendidos por unas 20 personas, saborean los platos.
Para hacer la reservación, hay que esperar un mínimo de 11 meses y los hermanos han decidido que sólo podrá haber un Celler de Can Roca en el mundo.
"Queremos estar aquí, creemos que el concepto de restaurante está ligado a la hospitalidad", dijo Joan Roca, para añadir que "la hospitalidad es una forma de recibir en tu casa, queremos recibir a la gente nosotros mismos, con lo cual eso hace muy difícil abrir otros restaurantes."