Durante la reunión, República de Corea también pidió la celebración regular de eventos de reunión, el intercambio de la lista de todas las familias separadas que siguen vivas y permitir a las familias intercambiar cartas y sostener reuniones por video.
Dado que la guerra de Corea terminó con un armisticio en 1953, las dos Coreas técnicamente siguen en guerra y el intercambio de cartas y conversaciones telefónicas está prohibido.
Cerca de la mitad de los 130.000 sudcoreanos que solicitaron una reunión desde 1988 fallecieron sin la oportunidad de reunirse con sus parientes perdidos durante tanto tiempo.
