SHENYANG, China, 31 ago (Xinhua) -- Gao Duoxian, de 83 años de edad, hijo de un minero forzado a trabajar para los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial en la provincia de Liaoning, noreste de China, aún recuerda la escena cuando su padre fue sacado de su casa por medio de la fuerza.
Ga narró a Xinhua que era niño cuando su padre, Gao Qingqi, y dos tíos fueron llevados por los japoneses en 1944 para que trabajaran como mineros en la mina Taiping en la ciudad de Fuxin.
"Los japoneses llegaron a nuestra aldea y tomaron fotos de todas las familias", dijo Gao.
Después supieron que los japoneses usaron las fotos para identificar y capturar a familias de mineros que escaparon de los trabajos forzados.
Los japoneses abrieron una compañía minera el 1 de octubre de 1936 en Fuxin, la cual producía cerca de 25,3 millones de toneladas de carbón. Cientos de miles de trabajadores murieron cuando trabajaban en la mina. Más de 70.000 restos fueron hallados en fosas comunes en Fuxin, de acuerdo con Li Binggang, un experto en historia de la invasión japonesa de China que trabaja en la Escuela del Partido del Comité Provincial de Liaoning del Partido Comunista de China (PCCh).
"Indiferentes a las vidas y seguridad de los mineros, los invasores japoneses sólo ansiaban más carbón", dijo Li. "Estos mineros tenían que trabajar con el riesgo de sufrir accidentes mortales como inundaciones y explosiones de gas", precisó.
Gao Duoxian dijo que su padre describió como una "pesadilla" a la experiencia de ser minero para los japoneses. Vivían en albergues llenos de humedad y sufrían hambre cuando trabajaban más de diez horas al día en la mina de carbón, indicó Gao, quien agregó que recibían azotes si no trabajaban lo suficientemente rápido.
El padre de Gao resultó herido seriamente en la cintura durante un accidente en la mina de carbón, lo que le impidió seguir trabajando. Los japoneses se rehusaron a ofrecerle atención médica y lo enviaron a realizar faenas en un apartamento japonés en la mina.
El hombre recuerda que su padre le dijo que vio a los japoneses que llevaban muchos cuerpos sin vida de mineros en carretas jaladas por caballos para arrojarlos en un barranco cercano, donde los enterraban.
Algunos de ellos seguían vivos cuando eran sepultados, según Gao.
Gao Qingqi y sus dos hermanos escaparon de la mina de carbón en febrero de 1945.
De 1936 a 1945, más de 500.000 personas fueron reclutadas por medio de la fuerza para trabajar como mineros en Fuxin, dijo Li. Cerca de 100.000 murieron de hambre, heridas, enfermedades y accidentes, entre otras causas, agregó.
Un nuevo salón conmemorativo en honor de los mineros muertos en Fuxin fue completado este año y fue abierto al público el 15 de agosto.