KIEV, 29 ago (Xinhua) -- El historiador ucraniano Oleksiy Koval encomió la contribución de China a la lucha contra las fuerzas fascistas hace siete décadas, así como el papel que está desempeñando como defensor de la paz mundial.
En una entrevista exclusiva concedida el viernes a Xinhua con motivo del 70º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el también miembro de la Asociación de Sinólogos de Ucrania calificó la resistencia de China a la agresión japonesa como ejemplo de su lucha por la libertad.
"La resistencia de China a la agresión nipona puede ser considerada una de las páginas más heroicas y a la vez más trágicas de la Segunda Guerra Mundial", señaló el intelectual.
Durante la contienda, el pueblo chino mostró un coraje excepcional e hizo un enorme sacrificio nacional, recordó.
Para conseguir la victorial final, China perdió decenas de millones de vidas humanas en el período bélico, que se inició en 1931 cuando los militares japoneses atacaron por primera vez el noreste chino y llegó a su fin en 1945, dijo Koval.
Un total de 35 millones de ciudadanos chinos murieron o resultaron heridos en la guerra más sangrienta de la historia de la humanidad. La invasión militar japonesa también hizo estragos en numerosas aldeas, ciudades e instalaciones industriales de China.
Pese a toda esta destrucción, la nación china logró reavivar su economía, por lo cual puede ser un ejemplo de renacimiento para otros países del mundo, indicó Koval.
Asimismo, el experto pidió esfuerzos para analizar el significado de la contribución china a la resistencia contra el fascismo, a fin de que se entienda mejor la historia y se saquen lecciones de la guerra.
El sinólogo ucraniano también ensalzó la constante adhesión de China al desarrollo pacífico y, en su opinión, su conciencia y tradición cultural de ser una nación amante de la paz le permiten dedicarse al mantenimiento de la paz mundial y a promover su propio desarrollo económico.
"China se las ha arreglado para evitar acciones peligrosas que podrían haber conducido al estallido de enfrentamientos a gran escala. Este hecho, seguramente, ha tenido un impacto positivo en la actitud hacia China de sus países vecinos y también la ha ayudado a desarrollar un nuevo tipo de economía", dijo.
Además, Koval valoró la política militar transparente y bien justificada de China, así como su respeto al orden internacional de posguerra, lo cual, a su juicio, prueba que es un país comprometido con la protección de la paz mundial y con la distensión.
China es una de las pocas naciones del mundo que han experimentado la resistencia a una agresión, por lo que es también consciente de que la paz, el respeto y el espíritu de beneficio recíproco forman parte de los principios fundamentales de las relaciones internacionales, agregó.
"Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la más cruenta de nuestra historia, la comunidad internacional y la humanidad deben entender que no se puede recurrir a la guerra y la violencia para resolver los conflictos entre países y que este objetivo sólo puede lograrse a través de medios pacíficos", subrayó Koval.
