BUENOS AIRES, 24 ago (Xinhua) -- Poco más de un millón de hectáreas se encuentran bajo las aguas en la provincia argentina de Buenos Aires, la mayor del país, como consecuencia de la crecida de lo que aquí se conoce como la cuenca del río Salado, que abarca una amplia zona del territorio bonaerense.
Las autoridades provinciales dijeron hoy que "en las próximas horas" el curso de agua "alcanzará el que se supone será el punto más alto de la onda de creciente, lo que puede agravar sustancialmente la situación en ocho municipios".
Las áreas más afectadas se ubican en las localidades de General Belgrano, Castelli, Lezama, Dolores, Chascomús, Pila y Ranchos, en las que las aguas podrían anegar las áreas urbanas, mientras que se confirmó que la ciudad de Villanueva -a unos 130 kilómetros de esta capital- con poco más de 1.000 habitantes, se encuentra anegada y totalmente aislada luego de ser alcanzada por las aguas.
La emergencia hídrica -que fue declarada por el gobiernador Daniel Scioli luego de las intensas lluvias que comenzaron el pasado 9 de agosto- da cuenta también del corte de las principales rutas y autovías del área afectada lo que dificulta las tareas de la defensa civil.
En las zonas afectadas -que son de alto valor para la producción agroganadera- los productores rurales hicieron conocer en las últimas horas la preocupación del sector ante la grave situación y reclamaron de las autoridades la apliciación de medidas que apunten a mitigar las pérdidas que generan las inundaciones.
En ese marco, el jefe del Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, informó este lunes que equipos del gobierno están instalados en toda la cuenca del río Salado para prestar ayuda ante la crecida.
"Sin hacer mucha bulla estamos instalados en toda la cuenca preparados para cualquier cosa, tratando de morigerar los conflictos", dijo el funcionario ante la prensa en la Casa de Gobierno.
La situación se monitorea "segundo a segundo. Esta toda nuestra gente de (la Secretaría de) Ambiente específicamente con varios helicópteros, con camiones Unimog, con todos los elementos preparados para trabajar en consecuencia y no esperar que las cosas sean de otra manera", destacó el funcionario.
Según aseguró, los desbordes ocurren por "el calentamiento global que se está produciendo en el mundo. Estamos un grado más arriba del calentamiento global lógico y eso trae complicaciones".
