Por Salah Takieddine
BEIRUT, 22 ago (Xinhua) -- Se reanudaron hoy los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad interna libanesas y miles de manifestantes que se reunieron por segundo día consecutivo en el centro de Beirut para exigir que el gobierno encuentre una rápida solución al problema de la basura o dimita.
La Cruz Roja Libanesa indicó que trasladó a más de 37 manifestantes heridos a hospitales para recibir tratamiento y el ministro de Salud Wael Abu Faour pidió a los centros médicos recibir todos los casos a costa del Ministerio de Salud.
Las imágenes de televisión mostraron a los médicos retirando a los manifestantes con heridas mientras la policía disparaba varias rondas de gas lacrimógeno contra una multitud que intentaba derribar una barrera alambrada cerca de Grand Serail y en el Parlamento.
La policía disparó primero agua a presión contra los manifestantes, quienes respondieron con el lanzamiento de botellas de agua y piedras contra la policía.
Los manifestantes evacuaron la plaza Riad al-Solh y se trasladaron a la plaza del Mártir, donde corearon consignas como "la gente quiere la caída del gobierno" y "revolución".
Una multitud de manifestantes se quedó atrás, se enfrentó a la policía en la alambrada e incendió una motocicleta de la policía. La policía disparó varias rondas de gas lacrimógeno, lo que obligó a los manifestantes a intentar romper la barrera de seguridad para retirarse.
Los manifestantes dirigidos por la campaña "Apestan" se reunieron hoy en el centro de Beirut y en un principio pidieron al gobierno arreglar la crisis de la basura causada por el cierre del vertedero de Naameh el 17 de julio.
Los desperdicios llenan las calles de Beirut y de otras partes del país en una crisis sin precedentes.
El vocero de "Apestan", Ali Bazzi, pidió a los manifestantes regresar el lunes a la plaza Riad al-Solh para realizar una nueva protesta.
Bazzi negó que los manifestantes que se enfrentaron a la policía en Riad al-Solh pertenezcan a su movimiento y acusó a los partidos políticos de enviar a sus partidarios para provocar violencia.
El activista acusó a los "infiltrados" en la protesta de vandalizar un vehículo de las fuerzas de seguridad internas.
La campaña "Apestan" prometió plantarse en el centro de Beirut hasta que el primer ministro Tammam Salam dimita.
Horas antes, el primer ministro pidió a las organizaciones de la sociedad civil y a los activistas formar una delegación para reunirse con ella y discutir la crisis.
Bazzi elogió la liberación de todos los manifestantes detenidos por la policía durante la manifestación del sábado y la calificó como una victoria para el movimiento, pero dijo que no descansarán hasta que rindan cuentas quienes los atacaron.
Los manifestantes, quienes en un principio salieron a las calles para pedir soluciones sostenibles a la crisis de la basura, empezaron a exigir la renuncia del ministro del Interior Nouhad Machnouk y del gabinete, así como la realización de elecciones parlamentarias después de los enfrentamientos del sábado con fuerzas de seguridad.
Las fuerzas de seguridad internas enfatizaron más tarde en una declaración publicada en su página de Internet que "respetan plenamente el derecho de los ciudadanos de expresar su opinión y organizar protestas pacíficas".
Grupos de personas en varias áreas de Líbano bloquearon durante un breve período de tiempo las carreteras en solidaridad con los manifestantes de Riad al-Solh.
Ali Slim, otro vocero de la campaña "Apestan", leyó horas más tarde una declaración en la que pidió a los manifestantes volver a reagruparse el lunes en la misma plaza.
Slim dijo que se niegan a discutir cualquier asunto con el primer ministro libanés antes de que renuncie.