ATENAS, 18 ago (Xinhua) -- Bajo la nube gris de la crisis de deuda que ha llevado a Grecia al borde de la moratoria, el país lucha para enfrentar otro gran desafío este verano: un número récord de inmigrantes indocumentados y de refugiados.
Cerca de 156.000 inmigrantes han ingresado en Grecia en los primeros siete meses de 2015, cinco veces más que el mismo periodo de 2014, de acuerdo con los datos oficiales más recientes de la policía griega. La abrumadora mayoría es de sirios, 89.000, y de afganos, 32.000, que huyen de las regiones en guerra.
La situación en las islas griegas es dramática. Aunque durante la década pasada Grecia ha sido una puerta de tránsito hacia Europa del norte para migrantes y refugiados debido a su ubicación geográfica, las autoridades locales son incapaces de hacerse cargo de los cerca de 600 llegadas diarias en promedio de este verano.
La gente que llega en botes inflables y aspira a tener una vida mejor en Europa está acampando en playas, parques, estadios locales y hoteles descuidados, junto a los turistas.
Ellos no reciben asistencia médica adecuada, alimentos ni agua durante días cuando hacen largas filas para el proceso de identificación a fin de continuar su viaje a la parte continental y a Europa occidental.
El proceso de tránsito ha resultado complejo y con frecuencia tardado, incluso el sistema de respuesta general es incapaz de satisfacer las crecientes necesidades de los migrantes.
En medio de la peor crisis económica de su historia, a Grecia se le pide funcionar como el portero de la Unión Europea y al mismo tiempo respetar los derechos humanos de los migrantes. Hasta el momento, los resultados han sido dudosos, opinó Angeliki Dimitriadi, una investigadora de la Fundación Helénica para Política Europea y Exterior.
Ante el incremento de las tensiones bajo el sol abrasador, el gobierno griego envió esta semana un transbordador y refuerzos de seguridad a la isla de Kos, para alojar a unos cuantos cientos de migrantes y acelerar el proceso de registro.
El alcalde de Kos, Yorgos Kiritsis, advirtió sobre "resultados trágicos" si el gobierno central y sus socios europeos no proporcionan de inmediato la asistencia adecuada al agobiado mecanismo local para enfrentar los problemas.
Este verano, más de 7.000 migrantes han llegado a Kos, que tiene 33.000 habitantes.
En la isla de Lesvos, más de 4.000 migrantes y refugiados están esperando en condiciones inhumanas similares para abordar un bote hacia el puerto de El Pireo, luego de pasar el proceso de identificación. No obstante, los barcos están completamente ocupados hasta fines de agosto debido a la temporada turística alta de verano.
"Si no se halla una solución al problema, habrá más de 15.000 personas viviendo en el puerto dentro de una semana", declaró Antonis Pikoulos, uno de los agentes de viajes de más tiempo y experiencia en la ciudad de Mytilini en Lesvos, a la agencia nacional de noticias griega AMNA.
El alcalde Spyros Galinos también advirtió que la isla está en "un punto de quiebre" y solicitó rutas de transbordadores de emergencia adicionales. Las autoridades y voluntarios locales no pueden enfrentar la crisis por su cuenta.
La situación de los migrantes y refugiados que han llegado finalmente a Atenas no mejoró dramáticamente, porque el país no tiene instalaciones apropiadas para alojarlos.
Las autoridades requieren más de un mes para encontrar una solución a cerca de 500 refugiados, en su mayoría afganos, que habían acampado en tiendas de campaña en un parque del centro de Atenas. Esta semana fueron reubicados en contenedores en otro distrito con mejores condiciones.
La ministra adjunta de Política de Migración Tassia Christodoulopoulou prometió que para el 2016 el país creará centros de hospitalidad para cerca de 2.500 refugiados. Actualmente, el país sólo puede proporcionar albergue y asistencia básica a 1.100 personas.
La Comisión Europea aprobó hace unos días cerca de 470 millones de euros para Grecia, con el fin de apoyar los esfuerzos para enfrentar el arribo de migrantes. Igual cantidad de fondos será desembolsada a otros países europeos del sur que enfrentan problemas similares.
Además, los socios de la UE han prometido ayudar a la reubicación de miles de refugiados del sur a otros estados miembros en los dos años próximos.