TIANJIN, 18 ago (Xinhua) -- La compañía cuyo almacén en la municipalidad septentrional china de Tianjin estalló el pasado día 12, dejando más de 100 muertos y devastando el área portuaria, tenía licencia para manejar sustancias químicas peligrosas cuando ocurrieron las explosiones, pero ahora existen sospechas sobre sus certificados.
"La compañía ha manejado productos químicos peligrosos sin licencia durante un período", confirmó a Xinhua ayer lunes un ejecutivo de la Compañía Internacional de Logística Ruihai.
Fundada en diciembre de 2011, se le concedió una aprobación temporal para tratar ese tipo de sustancias desde abril a octubre de 2014, según los documentos de la empresa.
La compañía no cesó sus operaciones con tales productos después de que expirara la licencia.
En junio de 2015, Ruihai obtuvo el permiso de operación en el puerto, que le permitió de nuevo manejar las sustancias químicas peligrosas. Cuando se produjeron las explosiones, la compañía estaba almacenando el cianuro de sodio, altamente tóxico, así como el nitrato de potasio y el nitrato de amonio, que son potencialmente explosivos.
Los documentos de la empresa muestran que aprobó un examen de seguridad, otro permiso necesario, pero los detalles no han sido hechos públicos.
La comisión de transporte de Tianjin, que conserva los registros de seguridad, se ha negado a revelar ningún detalle debido a la investigación que está llevando a cabo actualmente el Consejo de Estado, gabinete chino.
También hay dudas acerca de un sondeo realizado a 128 personas que viven cerca del almacén. Llevado a cabo por las autoridades ambientales como parte del proceso de certificación, la encuesta concluyó que "la mayoría de los participantes apoyan el proyecto, sin objeciones".
Sin embargo, los residentes de la zona han declarado que no tenían conocimiento del almacén en las proximidades.
Du Huan, una residente que vive cerca del lugar de las explosiones, dijo que nunca respondió a ningún cuestionario.
"Si hubiera recibido el cuestionario, no habría estado de acuerdo ni aceptado tal informe", dijo Du.
Otro residente apellidado Sun, que había alquilado una oficina situada a unos 1.000 metros del almacén, dijo que no lo habría hecho si hubiera conocido la existencia de productos químicos peligrosos.
Vanke, el promotor inmobiliario de una de las comunidades de vecinos dañadas por las explosiones, informó que cuando obtuvo los terrenos en 2010 el depósito almacenaba artículos ordinarios.
El promotor dijo que nunca le habían informado de que el almacén, ubicado a 560 metros del vecindario, guardara ese tipo de sustancias.
La Fiscalía Popular Suprema de China está investigando a todos los funcionarios involucrados por negligencia y otros delitos.
Hasta hoy martes, la cifra de muertos por las dos explosiones ocurridas el 12 de agosto se eleva a 114. Otras 57 personas permanecen desaparecidas.