QUITO, 13 ago (Xinhua) -- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, calificó como un fracaso el paro nacional que realizaron este jueves grupos sindicales, indígenas y sociales contra su gobierno y afirmó que nuevamente ha triunfado la democracia.
"Hoy se juntaron todos los posibles y no han logrado absolutamente nada, cada vez son menos los de luto", dijo Correa ante miles de simpatizantes que mantenían una vigilia en las afueras de la Presidencia en Quito en apoyo al gobernante.
La principal demanda de los opositores es el retiro de un paquete de enmiendas constitucionales que tramita la Asamblea Nacional (Congreso), de mayoría oficialista, una de las cuales, plantea la reelección indefinida.
La norma posibilitaría a Correa postularse para un nuevo mandato en las elecciones de 2017.
Correa cuestionó que "ahora protestan por cualquier cosa, que las enmiendas, que las cocinas de inducción, que la nacionalización de la banca y diez mil absurdos más".
Apuntó que los proyectos de ley tributarias a las herencias y a la plusvalía, que encendieron las protestas desde junio pasado, eran solo un pretexto para promover acciones de desestabilización.
"Hasta el más tonto se da cuenta que ya no se trata de protestar contra una medida que por desinformación puede estar en contra, sino de toda una estrategia de desgaste, de desestabilización ilegítima, antidemocrática para hacerle daño a un gobierno que ya es histórico", anotó.
El país, y en especial, la capital ecuatoriana, vivió una intensa jornada de movilizaciones de sectores descontentos con las políticas económicas y políticas de Correa, quien gobierna la nación desde 2007.
Los reclamos a Correa son de diversa índole, y Correa los descalifica como no tienen fundamento y que lo que buscan es imponer sus condiciones "en base a la fuerza, al paro y la violencia".
