BUENOS AIRES, 11 ago (Xinhua) -- El próximo gobierno argentino afrontará una serie de desafíos crediticios, en medio de un difícil entorno macroeconómico que incluye el litigio no resuelto del país con acreedores y debilidades institucionales, señaló hoy la agencia calificadora Moody's.
El limitado acceso al mercado y el bajo crecimiento del país presionarán al futuro gobierno de Argentina para ajustar sus políticas fiscales, afirmó la calificadora de riesgo crediticio.
Argentina, que celebró elecciones primarias el pasado domingo, elegirá un nuevo gobierno en las elecciones presidenciales de octubre de este año.
"El evento de incumplimiento de pago ('default') aún no resuelto del país sigue siendo su limitación crediticia más importante. Desde su último 'default' en 2014, Argentina no ha podido emitir deuda en los mercados internacionales y ha cumplido con el pago de sus obligaciones en moneda extranjera", alertó Moody's.
Los procedimientos judiciales en curso en Estados Unidos "han imposibilitado el pago de una parte de la deuda argentina", agregó.
"Para que Argentina recupere el acceso total a los mercados de capitales, su próximo gobierno deberá llegar a un acuerdo con los acreedores 'holdouts' (de bonos) que no han aceptado un acuerdo de reestructuración", explicó el vicepresidente de Moody's, Gabriel Torres.
El analista se refirió a los acreedores que rechazaron ingresar a los canjes de deuda que instrumentó argentina en 2005 y 2010, a los cuales sí ingresó el 93 por ciento de los bonistas.
"La debilidad institucional de Argentina y su política fiscal expansionista han conducido a una mayor dependencia de impresión de moneda por parte del Banco Central y han afectado la capacidad del país para pagar sus deudas", agregó la agencia en su reporte.
En octubre de 2015 seis fórmulas buscarán la presidencia en Argentina, luego de las primarias realizadas el domingo anterior, en las cuales quedaron fuera de carrera nueve binomios.
Al frente de las posibilidades quedó el gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato del oficialista Frente para la Victoria, Daniel Scioli, que cosechó el 38,48 por ciento de los votos.
Scioli, quien busca continuar con la gestión de la presidenta Cristina Fernández, en el poder desde 2007, fue vicepresidente durante el gobierno del ex mandatario Néstor Kirchner, a quien acompañó de 2003 a 2007.
El principal competidor de Scioli es el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, el centroderechista Mauricio Macri, quien con su partido, el PRO, se impuso en la interna del espacio Cambiemos.
Macri cosechó el 24,18 por ciento de los votos, suficientes para dejar en el camino la fórmula conformada por Elisa Carrió y el senador Ernesto Sanz.
En tercer término aparece el diputado Sergio Massa, un peronista disidente que triunfó en la interna de Una Nueva Alternativa (UNA) con el 14,21 por ciento de los votos totales del país.
El 25 de octubre, más de 32 millones de argentinos están convocados a las urnas para elegir a su futuro presidente, el cual gobernará por cuatro años a partir del próximo 10 de diciembre.
Para evitar una segunda vuelta, prevista el 22 de noviembre, un candidato debe sumar el 45 por ciento de los votos o, en su defecto, un piso de 40 por ciento con una distancia mayor a 10 puntos porcentuales respecto del segundo.
