MANAGUA, 7 ago (Xinhua) -- La empresa Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), integrada por el grupo Queiroz Galvao y la estatal brasileña Eletrobras, desmintió hoy las versiones difundidas por la prensa local sobre la paralización de obras en la Central Hidroeléctrica Tumarín.
La CHN de Nicaragua aclaró que seguirán adelante con esa obra, considerada de vital importancia para el desarrollo económico del país, al salir al paso a los rumores de la prensa local sobre la suspensión de la construcción de Tumarín, tras el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras de Brasil.
El consorcio expresó a la sociedad nicaragüense el "compromiso" de continuar con la programación de actividades destinadas a finalizar la construcción de la hidroeléctrica Tumarín, por ser una obra de vital importancia para empujar el desarrollo económico y alcanzar el estratégico cambio de la matriz energética en este país.
La CHN de Nicaragua indicó en un comunicado que la Central Hidroeléctrica Tumarín tendrá 253 megavatios (MW) de potencia instalada y generará 1.184 GWh (gigavatios por hora) anual de energía, además de que al iniciar operaciones aportará 27 por ciento de la demanda nacional de electricidad en el país.
Señaló que al concluir la construcción de la Central Hidroeléctrica Tumarín comenzará operaciones como los establece la Licencia de Generación, aprobada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) de Nicaragua, publicada el 28 de febrero de 2015.
Agregó que siempre mantienen el compromiso de tener informadas a las autoridades del país, como el MEM, el Marena (Ministerio del Ambiente y de Recursos Naturales) y la Asamblea Nacional (Congreso) sobre los avances hechos en la inversión de la iniciativa privada en Tumarín.
"Los representantes de los accionistas periódicamente presentan informes amplios sobre los avances del proyecto", apuntó la CHN.
Según CHN, entre las inversiones aquellas que suman más de 60 millones de dólares en la conclusión del pago por adquisición de las áreas (tierras), a ser "futuramente" afectadas, y la construcción del camino de acceso con 50 kilómetros, localizado en el norte del país, hasta el sitio donde estará ubicada la presa.
Agregó que el consorcio entiende la relación pública establecida en la Licencia de Generación, porque es el instrumento que garantiza la institucionalidad de esta inversión privada estratégica para el desarrollo sostenible de Nicaragua.
De acuerdo con los inversionistas brasileños, la obra ubicada en la Región Autónoma del Caribe Sur (RAAS) tendrá un costo de 1.100 millones de dólares, con inicio de operaciones previsto en 2019.
Nicaragua genera casi el 80 por ciento de energía con derivados del petróleo, lo cual incrementa su factura anuual petrolera, razón por la cual el gobierno anunció que trabajan para cambiar la matriz energética, a cambio de sustituirla con energía renovable, más barata.