SHENYANG, 28 jul (Xinhua) -- "Más fotos de la guerra deben ser vistas por el público de Japón", dijo Gen Maruyama, un hombre nipón de 80 años de edad que está recorriendo en bicicleta el noreste de China para rememorar su viaje de posguerra.
El octogenario visitó el lunes el Museo Histórico del 18 de septiembre en Shenyang, capital de la provincia nororiental china de Liaoning. Pasó dos horas en el interior del museo.
"Yo estaba extremadamente impactado por una foto en la que un soldado japonés había cortado la cabeza de un civil y la había colgado en un poste de telégrafo", apuntó Maruyama.
"En comparación con las atrocidades de las tropas niponas, las personas japonesas que se quedaron en China después de la rendición de Japón en 1945 no recibieron la misma venganza", señaló el anciano.
Maruyama nació en Harbin en 1935, cuatro años después de que las tropas invasoras japonesas atacaran a soldados chinos en Shenyang el 18 de septiembre de 1931 y ocuparan pronto las provincias de Jilin, Liaoning y Heilongjiang.
Su padre, quien había sido oficial japonés en Harbin, regresó al país nipón en 1945, dejándolo en la ciudad china.
Al año siguiente, con la ayuda de muchas personas chinas, Maruyama volvió a Japón desde Harbin vía Huludao, una ciudad costera de Liaoning. Más de un millón de nacionales japoneses fueron repatriados a través de esta ciudad de 1946 a 1948.
El hombre se convirtió posteriormente en un piloto de aerolínea después de graduarse desde un colegio de aviación en Japón.
Para conmemorar el 70º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Maruyama voló el 12 de julio a Harbin desde Japón con dos amigos e iniciaron su trayecto en bicicleta de 1.000 kilómetros hacia el sur hasta Huludao.
"Me siento agradecido de haber podido volver a Japón tras la guerra. La paz debe realmente ser valorada", puntualizó el hombre.