RIO DE JANEIRO, 27 jul (Xinhua) -- Objetos arqueológicos de entre 3.000 y 4.000 años de antigüedad fueron encontrados durante las obras para la ampliación del metro de Río de Janeiro (sureste de Brasil), informaron hoy fuentes oficiales.
Según un comunicado del Gobierno regional, se encontraron unos 50 artefactos hechos con piedras y unos 400 en concha, durante el período paleo-indio.
"Son piezas de entre 3.000 y 4.000 años atrás, del período cuando los paleo-indios que circulaban por las tierras alrededor de la Bahía de Guanabara eran cazadores, pescadores, recolectores y nómadas; y aún no se habían formado en tribus", según explicó la nota.
Todos estos se encontraban en un lugar arqueológico entre el puerto y el centro de Río de Janeiro, donde antes estaba el Matadero Imperial y una ya desaparecida estación de tren.
Un equipo de arqueólogos localizó los objetos durante las obras de ampliación del metro de Río de Janeiro de cara a los Juegos Olímpicos de 2016.
Entre los artefactos en piedra y en conchas de ostras, mejillones y mariscos hay también puntas de lanza y herramientas como martillos primitivos, hachas y raspadores utilizados para separar la piel de la carne de animales cazados o para trabajar la propia piedra.
El descubrimiento ayudará a conocer más la vida de los grupos de nómadas primitivos que ocuparon el actual territorio de la ciudad mucho antes de que los primeros grupos de indios comenzasen a establecerse.
"Las piezas prehistóricas van a ayudarnos a contar una parte importante de la historia del proceso poblacional primitivo de Río de janeiro", explicó el arqueólogo Claudio Prada de Mello, coordinador del equipo que retiró los artefactos.
Para él, "hacer un descubrimiento de estos en el centro de Río de Janeiro, un área que ya pasó por varios ciclos de ocupación y de gran movimiento, es algo fantástico".
Recordó que en el mismo lugar pero en otra capa, hace unos años se hallaron unos 220.000 artefactos, restos y objetos de uso cotidiano de siglo 19 durante la época del emperador Pedro II, como perfumes, remedios, lozas, porcelanas, botellas, cerámicas y hasta joyas de oro.
En la región en que fueron hechos los descubrimientos funcionaba el Matadero Imperial, pero fue nuevamente cubierta por tierra tras la demolición del mismo y su traslado a otro barrio de Río de Janeiro en 1881.