En una conferencia con los veteranos realizada el sábado, Kim Jong Un describió el 27 de julio como un día de liberación en que "nuestra gente defendió con honor la dignidad y soberanía de su país de la agresión bandida de los imperialistas de Estados Unidos".
El máximo líder dijo que su país "ha sido el frente de batalla del combate contra Estados Unidos, con nubes oscuras de agresión y guerra cerniéndose constantemente sobre esta tierra" e indicó que Estados Unidos y sus aliados "están realizando un intento desesperado para detener" a RPDC.
"Si el enemigo olvida la tradición gobernada por la ley de la historia y comete otro imprudente acto de provocación contra nuestra república, nuestras fuerzas armadas revolucionarias los enterrarán en la tumba de la ruina final", dijo Kim Jong Un.
"Nuestra fuerza actual no es la misma que la de la década de los cincuenta", añadió el máximo líder, quien dijo que RPDC "ahora posee una fuerza como para librar cualquier forma de guerra que elija Estados Unidos" y añadió que "tenemos una fuerza lo suficiente poderosa para disuadir a Estados Unidos de desencadenar una guerra nuclear".
