KABUL, 24 jul (Xinhua) -- Los reportes sobre la infiltración en Afganistán de milicianos leales al grupo extremista apostado en Irak y Siria, el Estado Islámico (EI), se han vuelto realidad ya que algunos funcionarios confirmaron actividades del grupo en el país afectado por la guerra.
El Estado Islámico ha estado reclutando combatientes en el país, incluso en las afueras de la capital afgana, Kabul.
El subjefe ejecutivo adjunto de Afganistán, Haji Mohammad Mohaqiq, dijo recientemente que el EI paga hasta 1.000 dólares al mes a sus reclutas, lo que representa un gran atractivo para ellos y una seria amenaza para Afganistán.
Desde hace medio año los medios de comunicación afganos empezaron a informar sobre la penetración del EI en Afganistán y su lucha contra los milicianos del Talibán rivales y fuerzas de seguridad gubernamentales.
Sin embargo, el gobierno no ha confirmado la presencia del grupo en el país lleno de milicianos.
Los combatientes del EI han desafiado a los talibanes al menos en las provincias de Farah, Nuristan y Nangarhar.
Varios combatientes del Talibán, incluidos sus comandantes, han muerto en los distritos de Achin y Nazian de la provincia de Nangarhar en el pasado par de meses, lo que ha obligado a los talibanes a replegarse.
El surgimiento y actividades del EI en Afganistán han provocado las reacciones del grupo Talibán. Incluso en junio pasado envió una carta a Abu Bakar Al-Baghdadi, el autoproclamado califa del EI, para exhortarlo a que se mantuviera fuera de Afganistán bajo el argumento de que no es necesario abrir un nuevo frente junto con los muyahidines (guerreros santos) talibanes en Afganistán.
Trascendió que algunos comandantes del Talibán han cambiado su lealtad a la facción beligerante, que es más extremista que el grupo Talibán.
El general Dawlat Waziri, vocero adjunto del Ministerio de Defensa afgano, declaró que cuatro de cada 10 milicianos que combaten en Afganistán son extranjeros sobre todo de Pakistán, Chechenia y Uzbekistán, así como árabes. Fin