RIO DE JANEIRO, 22 jul (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inauguró hoy la primera fábrica para producir etanol de segunda generación, con una inversión de 71,6 millones de dólares.
La nueva planta, que pertenece a la empresa energética brasileña Raízen y tendrá una capacidad para producir 42 millones de litros anuales, fue inaugurada en el estado de Sao Paulo (sureste del país) y fue e financiada en un 90 por ciento por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que aportó 64,5 millones de dólares.
El etanol de segunda generación emite 15 veces menos dióxido de carbono que el del etanol común y aumenta hasta el 50 por ciento la producción de este biocombustible sin necesidad de incrementar la superficie destinada al cultivo de caña de azúcar.
En el discurso de inauguración, Rousseff subrayó que la producción de etanol de segunda generación, que se produce a partir del bagazo de la caña de azúcar, es la "materialización de un sueño" para el país y que la colaboración del Estado con la empresa Raízen forma parte de un compromiso del Gobierno, ya que la producción de etanol es considerada un medida estratégica para el desarrollo económico del país.
"Estamos actualizando las bases de la economía para poder volver a crecer dentro de nuestro potencial e, incluso, ampliarlo para consolidar la expansión de la clase media y ganar competitividad en relación a los demás países del mundo", explicó Rousseff.
Por su parte, el ministro de Minas y Energía, Eduardo Braga, resaltó que "aquí se está marcando el camino para que la industria energética de la caña de azúcar consolide su espacio tanto en la economía brasileña, como en la mundial".
Según Braga, "los productos de caña ya representan un 15,7 por ciento de la oferta interna de energía" y según estudios recientes Brasil podría llegar a producir en 2030 hasta 170.000 millones de litros de biocombustibles avanzados al año, lo que permitiría la sustitución del 83 por ciento del consumo de gasolina.
Entre las medidas adoptadas por el Gobierno brasileño para fomentar esta industria, están la total eliminación de impuestos estatales que gravaban la comercialización de este biocombustible o el aumento del porcentaje de etanol anhidro que puede ser usado como aditivo en la gasolina.
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