DAMASCO, 21 jul (Xinhua) -- Al menos 300 granadas de mortero y cohetes improvisados impactaron contra las localidades mayoritariamente chiíes en el noroeste de Siria, acabando con la vida de siete civiles, según ha informado un grupo de monitorización hoy martes.

Los cohetes fueron lanzados por grupos yihadistas contra las localidades de Foa'a y Kafraya, dos de los últimos baluartes del gobierno en la provincia noroccidental de Idlib.

La mayor parte de la provincia ha caído recientemente en manos del Frente Nusra, vinculado con Al Qaeda, y otros grupos relacionados.

Las afueras de las dos localidades vecinas han protagonizado intensas batallas durante ocho horas seguidas, en lo que parece el último intento de los grupos rebeldes por hacerse con el control.

Ambas han estado cercadas durante meses, tras la captura de otras localidades vecinas, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El grupo de monitorización, con sede en Reino Unido, dijo que los combatientes chiíes locales están luchando junto con el ejército sirio para defender las localidades, añadiendo que están siendo entrenados por combatientes del grupo libanés Hizbulah, que ha estado a su vez luchando junto con las fuerzas del gobierno sirio contra las olas de grupos yihadistas liderados por suníes.

Mientras tanto los habitantes chiíes de ambas localidades que viven en Damasco se han manifestado durante la noche en la carretera internacional del aeropuerto de Damasco, exigiendo a las fuerzas del gobierno y a las de Hizbulah que los trasladen a Foa'a y Kafraya para ayudar a proteger a sus hermanos.

La crisis siria, que ya se extiende durante más de cuatro años, ha tomado un giro sectario, enfrentando a grupos insurgentes y ultrarradicales, como el Estado Islámico y el Frente Nusra, liderados por suníes, contra otros grupos minoritarios en Siria, principalmente chiíes, al que pertenece la minoría Alwaite de la que forma parte el presidente, Bashar al-Assad.