COMENTARIO: Disculpa de Mitsubishi a trabajadores forzosos no debe ser selectiva

Actualizado 2015-07-21 11:10:40 | Spanish. xinhuanet. com

Por Liu Tian y Feng Wuyong

TOKIO, 21 jul (Xinhua) -- La empresa japonesa Mitsubishi Materials Corp. ofreció el domingo en Estados Unidos lo que los medios nipones definieron como una "histórica" disculpa a los prisioneros de guerra estadounidenses que fueron obligados a realizar trabajos forzados durante la Segunda Guerra Mundial en una mina de cobre en el norte de Japón.

La disculpa de la compañía japonesa debe presentarse también a los cerca de 500 trabajadores chinos que fueron forzados a trabajar en el mismo lugar criminal en el que estaban encarcelados los norteamericanos. Por desgracia, Mitsubishi Materials realizó una disculpa selectiva e hipócrita.

Como dice el dicho, "si el líder da un mal ejemplo, será seguido por sus subordinados". El arrepentimiento de Mitsubishi se produjo después de que el primer ministro, Shinzo Abe, ofreciese su "eterna condolencia" y su "profundo arrepentimiento" por las almas estadounidenses perdidas en la Segunda Guerra Mundial. No obstante, ninguno de ellos llegó a ofrecer una disculpa sincera a los países asiáticos, en especial a China y Corea del Sur, que sufrieron la mayoría de las atrocidades niponas durante la contienda bélica.

James Murphy, de 94 años de edad y uno de los dos únicos trabajadores forzosos supervivientes de los cerca de 900 estadounidenses que trabajaron en la mina cercana a Hanawa, ha sido afortunado, ya que ha recibido la tardía disculpa cuando todavía está vivo.

Sin embargo, es trágico para aquellos chinos y surcoreanos que ya han fallecido, así como para los supervivientes, como esta disculpa selectiva por parte del Gobierno y las empresas japonesas los tratan con crueldad de nuevo.

Según datos oficiales de Japón, durante la guerra un total de 3.765 ciudadanos chinos fueron llevados por la fuerza o secuestrados para trabajar en 12 emplazamientos que pertenecían a Mitsubishi Materials, mientras que 720 fueron torturados hasta la muerte o fallecieron a causa de la extrema dureza del trabajo. Un total de 86 trabajadores forzosos chinos murieron en el mismo lugar en el que trabajó Murphy.

Desde 1997, los supervivientes chinos de los trabajos forzosos y sus familiares presentaron demandas contra la compañía nipona en Tokio, Hokkaido, Fukuoka, Nagasaki y Miyasaki, pero todos las denuncias fueron rechazadas por los tribunales japoneses. La última denuncia fue presentada el pasado mes de febrero en Beijing, pero Mitsubishi Materiales se mostró reacia a responder.

Una pregunta para el Gobierno nipón y la citada empresa es si hay alguna diferencia entre los trabajadores chinos y los estadounidenses en relación al asunto de la disculpa. Si la respuesta es no, Tokio y Mitsubishi deben ofrecer rápidamente la misma disculpa a sus víctimas asiáticas.

Va en el interés de Japón el arreglar los lazos con sus vecinos más próximos, no solo en la cuestión de los trabajos forzosos, sino también en otros asuntos históricos que impiden la reconciliación. Si Japón continúa frustrando sus obligaciones morales nunca será aceptado como un "país normal" de verdad por sus vecinos y el resto del mundo.

Ultimo pero no menos importante, para celebrar el 70º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, Japón debe tomar la sabia decisión de enfrentarse con valentía a su oscuro pasado bélico, ofrecer una disculpa sincera a aquellos que más la quieren en lugar de presentarla solo a los trabajadores forzosos estadounidenses y hacer acciones concretas para probar al mundo que el país seguirá firmemente una senda de pacifismo.

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