Por Mao Pengfei y Xia Lin
MEXICO, 26 may (Xinhua) -- La recién concluida gira del primer ministro chino, Li Keqiang, por cuatro naciones latinoamericanas reflejó la sinceridad de ambas partes en la construcción de una comunidad de destino común basada en la igualdad y la confianza mutua.
La visita de Li tuvo lugar en un momento en que la economía global exhibe una débil recuperación, y tanto China como América Latina enfrentan la presión de la transformación económica.
El premier chino concluyó la gira el martes después de la firma de una serie de acuerdos para promover la cooperación en la capacidad productiva y los intercambios culturales.
Los acuerdos, firmados durante las visitas de Li a Brasil, Colombia, Perú y Chile, evidencian la disposición de China y América Latina para profundizar su cooperación mutuamente beneficiosa.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, expresó la pasada semana que Brasil y China desarrollan su asociación estratégica integral sobre la base de la igualdad y la confianza mutua. La realidad es que China y América Latina marchan hacia la construcción de una comunidad chino-latinoamericana de destino común basada en esos mismos principios.
Desde una perspectiva histórica, el desarrollo de América Latina, una tierra rica en recursos naturales y energía, se ha visto dificultado por el bajo nivel de industrialización y la escasez de fondos, tecnologías e infraestructuras.
Actualmente, los países latinoamericanos afectados por un mercado global más débil y la caída del precio de los "commodities" lidian con una mayor presión procedente del comercio internacional, la inflación y la adversa situación macroeconómica.
Bajo estas circunstancias, la gira latinoamericana del premier chino adquirió una mayor importancia.
La visita de Li estuvo marcada por la cooperación en la capacidad productiva, las infraestructuras y la manufactura de equipos, juntando así las necesidades de América Latina y las ventajas de China.
A la larga, América Latina no desea limitarse a sí misma al estatus de "proveedor mundial" de materias primas, mientras que China no quiere seguir siendo "la fábrica mundial" de productos baratos.
La estructura comercial para productos industriales estándar y materias primas no sostiene un desarrollo sostenible, por lo que ambas partes deben trabajar codo con codo en busca de la modernización industrial y la transformación de sus modelos de crecimiento económico.
"Con la cooperación internacional en capacidad productiva como punto de partida, debemos promover un cambio en los modelos de crecimiento económico y comercial, y crear un modelo actualizado de cooperación chino-latinoamericana", dijo Li en su visita a Brasil la semana pasada.
En los últimos 30 años, el proceso de industrialización y urbanización de China espoleó la exportación de materias primas latinoamericanas.
Hoy en día, con el nivel manufacturero, la capacidad productiva y la fuerza del crédito en ascenso, China lleva capital y tecnología a América Latina y promueve la construcción de infraestructuras y la modernización industrial de la región.
Esta cooperación beneficiosa para las dos partes demuestra que China y Latinoamérica están estableciendo una comunidad de destino común con objetivos compartidos y esfuerzos conjuntos.
Además, han diseñado una hoja de ruta clara para el proceso, marcado por su notable eficacia.
En julio de 2014, el presidente chino, Xi Jinping, propuso durante su visita a América Latina una nueva fórmula denominada "1+3+6" para promover la cooperación bilateral que se centra en la cooperación en tres sectores: comercio, inversión y financiación.
En enero de 2015, el primer encuentro ministerial Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) aprobó un plan de cinco años para la cooperación chino-latinoamericana.
Cuatro meses más tarde, el premier Li visitó América Latina, trayendo un fondo de cientos de millones de dólares para el lanzamiento de proyectos de infraestructuras y propuso un nuevo modelo de cooperación en capacidad productiva.
La hoja de ruta clara indica la sinceridad de ambas partes a la hora de construir una comunidad chino-latinoamericana de destino común basada en la igualdad y la confianza mutua.
Esta comunidad no sólo estará unida económicamente sino que también estará conectada por los intercambios reforzados entre los dos pueblos.
En un foro celebrado en Colombia, Li dijo que su presencia allí perseguía promover no sólo la cooperación y la innovación, sino también forjar unos vínculos más estrechos entre los pueblos chino y latinoamericano.