PANAMÁ, 28 dic (Xinhua) -- La Presidencia de Panamá rechazó expresamente el domingo, a través de un comunicado, la demolición del monumento que conmemora el 150º aniversario de la llegada de los chinos a Panamá (1854-2004), ubicado en el Mirador del Puente de las Américas, en la ribera occidental del Canal de Panamá, y ordenó su inmediata restauración en el mismo lugar.
Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, el monumento a la comunidad china, situado en el distrito de Arraiján, fue demolido de manera forzada.
Este mismo domingo, el presidente panameño, José Raúl Mulino, junto con varios miembros del Gabinete y entidades como el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio para Asuntos del Canal, emitieron comunicados en los que calificaron la acción como una decisión exclusiva del Gobierno municipal de Arraiján y la condenaron con vehemencia, al tiempo que destacaron el profundo valor histórico del monumento.
"En consecuencia, se ordena la inmediata restauración del monumento en su mismo lugar, coordinando acciones con la comunidad china de Panamá y el Ministerio de Cultura", afirma el comunicado de la Presidencia panameña.
Mulino también publicó un mensaje enérgico en la red social X, condenando de forma explícita la actuación del Gobierno municipal de Arraiján, y exigió la apertura inmediata de una investigación.
El mandatario dijo que "no hay justificación alguna para la barbaridad". Y subrayó que la comunidad china es tradicional en Panamá, con generaciones establecidas en el país, por lo que "merece todo nuestro respeto".
Asimismo, insistió en la necesidad de emprender de inmediato una investigación, afirmando que acciones de este tipo son "imperdonables".
También el domingo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá emitió un comunicado, mediante el cual expresó su respeto y preocupación por la comunidad chino-panameña, y destacó que ha sido, por más de 170 años, parte inseparable de la construcción nacional.
En otra declaración, el Gobierno panameño rechazó la destrucción unilateral del monumento durante la noche, sin diálogo ni comunicación con los sectores involucrados.
El Ejecutivo remarcó que, antes de derribar el monumento, no existió ninguna coordinación ni comunicación entre las autoridades locales y el Gobierno nacional.
La noche del sábado, el Gobierno municipal de Arraiján había informado de que la demolición se realizó por supuestos riesgos estructurales en el lugar. Esta medida y el comunicado provocaron un fuerte rechazo y condena por parte de la comunidad chino-panameña.
El domingo, organizaciones de la comunidad china en Panamá hicieron público un pronunciamiento en el que señalaron que el parque fue construido en 2004, gracias al esfuerzo, aporte y compromiso directo de esa comunidad, con motivo del 150º aniversario de su llegada al país centroamericano.
Desde junio de 2024, dichas organizaciones intentaron en reiteradas ocasiones dialogar con el Gobierno municipal de Arraiján para preservar el monumento, sin obtener respuestas efectivas. Además, tras una reunión celebrada en marzo pasado, tampoco recibieron ninguna contestación a sus peticiones.
El escrito añade que, en este contexto, la comunidad chino-panameña anunció que solicitará la apertura de una investigación para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades administrativas correspondientes, con el fin de proteger el legado histórico, cultural e integrador afectado.
