RÍO DE JANEIRO, 11 dic (Xinhua) -- Estados Unidos reinstaló prácticas calificadas como piratería en el mar Caribe tras la incautación de un petrolero venezolano en aguas próximas a Venezuela, una acción sin justificación legal que representa una clara violación del derecho internacional, afirmó hoy a Xinhua Thiago Moreira, profesor de Relaciones Internacionales del Instituto de Estudios Estratégicos de la Universidad Federal Fluminense (UFF).
El Gobierno estadounidense confirmó la captura del barco por parte de sus Fuerzas Armadas, aunque sin ofrecer detalles sobre el tipo de embarcación, su propietario, su destino ni el marco legal que habría permitido la operación.
Washington ha incrementado en los últimos meses su presencia militar en la región, con más de 20 bombardeos recientes contra embarcaciones que asegura, sin presentar evidencias, que transportaban drogas. El episodio ocurre en un contexto de creciente tensión con Caracas y de presiones públicas hacia otros Gobiernos de la región.
En una entrevista concedida, Moreira sostuvo que la acción "representa un acto de piratería estatal ejecutado con total impunidad". Según él, "Estados Unidos actúa en el Caribe como si se tratara de un territorio bajo su jurisdicción histórica, ignorando la soberanía de los países latinoamericanos y sobrepasando deliberadamente cualquier instancia multilateral". El especialista afirmó que el episodio "no solo viola el derecho marítimo, sino que pone en riesgo la estabilidad regional".
Para el académico, la operación se inscribe en un patrón más amplio. "Cuando vemos un petrolero capturado sin base legal y recordamos que el oro venezolano sigue retenido en Londres desde hace años, entendemos que hay una estrategia coordinada de estrangulamiento económico y presión política sobre Venezuela", dijo Moreira.
En el Reino Unido, cerca de 31 toneladas de oro venezolano, con un valor aproximado de 2.000 millones de dólares, permanecen bloqueadas desde 2019.
Moreira subrayó que el objetivo de Washington es enviar un mensaje político a la región. "Estados Unidos quiere demostrar que tiene la capacidad y la disposición de actuar unilateralmente contra gobiernos que considera adversarios. Esto erosiona las normas internacionales, debilita los mecanismos de resolución pacífica de disputas y abre un precedente que puede generar inestabilidad en toda América Latina", afirmó.
El profesor advirtió que la acción también puede tener consecuencias humanitarias. "Un país sometido a sanciones económicas severas y a la confiscación de sus activos tiene más dificultades para financiar programas sociales y adquirir bienes esenciales. La población termina pagando el precio de estas operaciones", señaló.
Pese al hostigamiento, Venezuela exportó en noviembre más de 900.000 barriles por día de petróleo, uno de los niveles más altos del año, según datos oficiales. Chevron, la única empresa estadounidense autorizada a operar junto a la estatal PDVSA, afirmó que sus exportaciones hacia Estados Unidos -cercanas a 150.000 barriles diarios el mes pasado -continúan normalmente.
El experto brasileño criticó que Washington no haya presentado documentos o evidencias que respalden la legalidad de la operación. Para Moreira, la ausencia de información transparente "refuerza la percepción de arbitrariedad" y evidencia "la urgencia de que organismos regionales y multilaterales actúen para evitar que este tipo de acciones unilaterales se normalicen en el Caribe".








