BRUSELAS, 23 oct (Xinhua) -- Líderes de la Unión Europea (UE) no lograron ponerse de acuerdo el jueves sobre un plan destinado a utilizar los activos rusos congelados para financiar nuevos préstamos a Ucrania, luego de que resurgieran las divisiones en la cumbre del Consejo Europeo.
Las conclusiones de la cumbre contenían una redacción significativamente más suave que los borradores anteriores, lo que refleja las objeciones de Bélgica y las preocupaciones jurídicas planteadas por el Banco Central Europeo (BCE).
Líderes de la UE reafirmaron su apoyo político, económico y militar a Ucrania, pero no llegaron a respaldar ningún mecanismo de financiación específico.
Las conclusiones se limitaron a invitar a la Comisión Europea a presentar, "lo antes posible, opciones de apoyo financiero basadas en una evaluación de las necesidades de financiación de Ucrania" y señalaron que la cuestión se volvería a examinar en la próxima cumbre de la UE en diciembre.
También reiteraron que los activos rusos debían permanecer inmovilizados hasta que "Rusia cesara su guerra de agresión contra Ucrania y le indemnizara por los daños causados".
La polémica se centra en una propuesta esbozada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su discurso sobre el estado de la Unión de septiembre, para crear un "préstamo de reparación" de unos 140.000 millones de euros (cerca de 163.000 millones de dólares), respaldado por los activos soberanos rusos congelados.
El plan cuenta con el apoyo de Alemania, Francia y los Estados bálticos, pero se enfrenta a la oposición de Bélgica y el BCE, que advierten de que podría infringir el derecho internacional y amenazar la estabilidad financiera de la zona del euro.
Bélgica posee la mayor parte de los activos del Banco Central de Rusia, inmovilizados por la UE poco después de que comenzara el conflicto.
Antes de la cumbre, el primer ministro belga, Bart De Wever, dijo que bloquearía el plan a menos que otros miembros de la UE aceptaran compartir los riesgos financieros de forma equitativa, ofrecer garantías en caso de que los activos congelados tuvieran que devolverse posteriormente a Moscú y garantizar que todos los países que poseen fondos rusos actuaran conjuntamente.
"Si actuamos, debemos hacerlo todos juntos, eso es la solidaridad europea", expresó De Wever, y advirtió de que utilizaría todos los medios políticos y jurídicos a su alcance para impedir la decisión si no se cumplían estas condiciones.
