BEIRUT, 27 sep (Xinhua) -- Hizbulá conmemoró hoy sábado el aniversario de los ataques israelíes que mataron a altos mandos el año pasado, mientras su líder, Naim Qassem, prometió que el grupo no abandonará el campo de batalla ni entregará sus armas.
"Seguimos firmes y preparados para el martirio; no abandonaremos el campo de batalla y no renunciaremos a nuestras armas", señaló Qassem ante miles de personas reunidas en los suburbios del sur de Beirut, bastión del grupo.
La ceremonia conmemoró a los líderes asesinados en los ataques de septiembre y octubre de 2024, entre ellos su líder histórico, Hassan Nasrallah, y su segundo al mando, Hashem Safieddine.
Qassem afirmó que la campaña de asesinatos de Israel contra los líderes de Hizbulá no logró debilitar al grupo que, mencionó, sustituyó rápidamente a los comandantes caídos, reorganizó sus estructuras y mantuvo la presión en el campo de batalla hasta que entró en vigor el alto al fuego a finales de noviembre.
Rechazó también los llamados para que Hizbulá depusiera las armas, y dijo que su arsenal es vital para defender Líbano frente a Israel. El Gobierno libanés aprobó este mes un plan para desarmar a todos los actores no estatales antes de finales de 2025, una medida respaldada por Washington e Israel que ha profundizado las divisiones políticas y ha avivado los temores de inestabilidad.
El alto al fuego negociado por Estados Unidos y Francia se mantiene desde el 27 de noviembre de 2024, luego de más de un año de enfrentamientos transfronterizos entre Israel e Hizbulá. A pesar del acuerdo, Israel ha seguido llevando a cabo ataques ocasionales en Líbano, alegando que su objetivo son "las amenazas de Hizbulá".
