Por Li Xin y José Gabriel Martínez
MÉXICO, 12 sep (Xinhua) -- Para el maestro mexicano y director de orquesta Antonio López Ríos, la experiencia de dirigir la interpretación de música china por primera vez el pasado 4 de septiembre frente a más de 500 personas que colmaron el Teatro Javier Barros Sierra de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue un auténtico aprendizaje y un compromiso cultural.
Ese día, la magna cita conmemoró el 80º aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Antifascista Mundial. El recital, titulado "Recordar la historia, apreciar la paz", reunió a la Orquesta López Ríos y al Coro Ensamble México en una velada donde se enlazaron culturas y memorias.
Organizado por el Centro Cultural de China en México y la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán de la UNAM, el espectáculo permitió que, bajo la batuta de López Ríos, el público vibrase con la solemnidad de la Marcha de la ópera Aida, la delicadeza de El Cisne, la fuerza de Nan Ni Wan y el ímpetu rítmico de Libertango.
"Nosotros recibimos unas indicaciones del Centro de Cultura de China en México de qué significaban cada una de estas canciones e interpretamos a nuestra manera esas ideas", explicó el reconocido director de orquesta mexicano.
Sobre Canción de guerrilleros, pieza del compositor chino He Luting que devino en símbolo de identidad, memoria y patriotismo en China, López Ríos detalló que realizó arreglos de contrapunto y orquestación para resaltar la grandeza de la melodía y enfatizar su espíritu histórico.
"Comenzamos con una fanfarria con los instrumentos de metal, que se oyera grandioso, y después uní varias melodías para aumentar el contrapunto. Esa fue mi aportación", explicó a Xinhua.
Respecto a Nan Ni Wan, otra pieza emblemática, relató que partieron de una partitura original china, introduciendo matices propios.
"Las únicas modificaciones que hicimos fue enfatizar la escala en la que está basada esta música y ciertos adornos que pensamos que tiene la música china. Por ejemplo, el chelo puede hacer 'glissando' (deslizamiento suave entre dos notas), que recuerda la interpretación de algunos instrumentos autóctonos chinos", precisó.
El público del concierto recibió con entusiasmo la propuesta. Para el maestro, aquello fue un puente cultural invaluable. "No tenemos muchas oportunidades de presentar música china. En este caso agradezco a la Embajada de China que nos dio la oportunidad", señaló.
El músico mexicano subrayó que la historia detrás de estas piezas refuerza la importancia de la memoria colectiva. "Estoy seguro de que cuando se hace la invitación para conocer la historia, nosotros aprendemos en todo momento".
"El entendimiento más grande que puede haber entre países, entre personas, entre civilizaciones, es el del arte. El arte nos transforma, expresa lo que con palabras es difícil de explicar", afirmó.
"Gracias a este concierto ahora muchos amigos que asistieron, argentinos, mexicanos, cubanos, tienen un punto de interés desde donde pueden comenzar un nuevo camino y conocer la música china", apuntó.
Al hablar sobre la vitalidad de las composiciones chinas, López Ríos destacó el optimismo y la determinación del pueblo que reflejan.
"La impresión que yo tengo es que el chino está convencido de ese gran poderío cultural milenario. Gracias al esfuerzo conjunto, China se ha convertido nuevamente en una gran nación (...) Me encantaría conocer el país, dirigir y trabajar allá para entender más a fondo su cultura", admitió.
El director, además de intérprete, es compositor y confesó que la música china le inspira nuevas búsquedas.
"Realmente, el haberme aproximado un poco a la música china me hace pensar que, si quiero hacer algo más profundo, tengo que ir a su país, estar en festivales, escuchar lo que escucha la gente. Así me llevaría impresiones sensibles que podrían transformarse en composiciones", dijo.
Con una trayectoria que lo ha llevado a escenarios de Japón, Sudáfrica, Europa y varios países de América, López Ríos valora la música como un idioma universal.
"La música me ha permitido mostrar lo que uno siente y comunicarlo a otras culturas. He llevado la 'Sinfonía India' (del compositor mexicano Carlos Chávez) de México a Sudáfrica, con instrumentos autóctonos, y fue entendida inmediatamente por un público lejano. Esa es la fuerza de la música", afirmó.
El maestro expresó también su admiración por los artistas y artesanos chinos. "Sé que ahora China está produciendo violines de gran calidad y me encantaría conocer a esos artesanos, que son verdaderos artistas. Sería un privilegio conocer más músicos de este gran país".
En opinión de López Ríos, el diálogo sonoro y musical tiene un alto valor en la construcción de paz y las relaciones entre los pueblos.
"Los conciertos son un momento especial porque reúne a personas de diferente índole para escuchar exclusivamente música (...) Ojalá aplicáramos el escuchar entre las civilizaciones, probablemente nos entenderíamos mejor", concluyó.