Por José Gabriel Martínez y Douglas Martínez
SAN SALVADOR, 27 ago (Xinhua) -- En el centro histórico de San Salvador, la capital salvadoreña, en las inmediaciones de la emblemática plaza Morazán, se levanta un edificio de tres niveles que busca tender un puente entre tradición y modernidad: el Centro de Desarrollo Artesanal Interactivo (Cedart).
Inaugurado en abril de 2025, este espacio se ha convertido en vitrina y plataforma de comercialización para las artesanías de El Salvador, al tiempo que impulsa la preservación y reinvención de técnicas ancestrales.
El Cedart es coordinado por la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), con apoyo de la Autoridad de Planificación del Centro Histórico y los ministerios de Turismo y Cultura de El Salvador.
El presidente del Cedart, Paul Steiner, señaló en ocasión de la apertura que el lugar busca volverse "la vitrina de las técnicas artesanales y culturales" de El Salvador, para que quien visite el lugar, turista o nacional "conozca al verdadero salvadoreño".
Por su parte, la gerente de Desarrollo Artesanal de Conamype, Erika Ortega, explicó a Xinhua que este centro es único a nivel nacional.
"El objetivo es la promoción del sector artesanal a través de una vitrina de la artesanía en un espacio estratégico, como es este lugar en el centro histórico. Estamos a un costado de la plaza Morazán, prácticamente frente a la plaza, y creemos que en el desarrollo turístico que se está dando en la región, en la zona, este es un lugar estratégico", afirmó.
Dentro del edificio, que combina historia y contemporaneidad, se encuentran exhibidos, en su primer nivel, los procesos artesanales declarados Bienes Culturales; el segundo acoge talleres de diversas artes plásticas como pintura y alfarería, y en el tercero, están albergadas salas de exposición y experiencias inmersivas con lentes de realidad virtual.
En este sentido, Ortega subrayó que en el Cedart la tecnología se integra como aliada, ya que "queremos llevar técnicas tradicionales a otro nivel, a una experiencia digital. Por ejemplo, tenemos, a través de una experiencia 360 en una sala inmersiva, la posibilidad de vivir en video procesos de artesanías y lugares donde se elabora una artesanía".
Explicó que, con solo usar los lentes "nuestros visitantes se pueden transportar a un taller de artesanías y ver cómo se produce una hamaca o una pieza de La Palma".
En tanto, la operadora turística Ingrid García consideró que el Cedart se ha convertido en un aliado indispensable en la oferta cultural del centro histórico.
"Nosotros como turoperadores le mostramos nuestra cultura al turista, y entonces por eso incluimos el Cedart, porque es una forma de dar a conocer nuestra artesanía, el trabajo artesanal de nuestros pueblos, la diferencia que hay dentro de los diferentes pueblos en el país", dijo la turoperadora salvadoreña, que incluye al Cedart en sus recorridos urbanos.
Por otro lado, los turistas perciben de inmediato el valor del espacio, como el visitante hondureño Juan Carlos Castro, quien conoció el centro en un viaje guiado y compartió sus impresiones con Xinhua.
"La verdad que hay mucha artesanía, se trabaja en escultura, en tejidos, en todo lo que es la parte de hacer esos productos. Ver algunas cosas que hacen es casi como algo que se hiciera con medida, bien exacto y que encaje. Me llamó mucho la atención la sincronía que tiene todo eso y es bien interesante. La impresión es muy grande y, claro, vamos a llevar algo de recuerdo", relató.
El Cedart también funciona como un escaparate del potencial creativo del país, así lo consideró el ceramista y técnico de Desarrollo Artesanal de la Conamype, Milton Menéndez.
"Es un espacio que ayuda bastante a que más personas conozcan el trabajo artesanal a lo largo del territorio nacional. Acá están expuestas propuestas de diferentes departamentos con diferentes técnicas artesanales", explicó Menéndez.
La formación es otro eje fundamental del inmueble, los talleres buscan acercar tanto a principiantes como a especialistas al universo artesanal.
En este sentido, Roxana Artiga, quien se desempeña como técnico de desarrollo empresarial con énfasis en artesanías, destacó que las personas que pueden asistir a los talleres del Cedart no necesariamente tienen un conocimiento previo de la técnica.
"Desde un inicio se les explica los materiales y las herramientas. Por ejemplo, tuvimos un taller de telar en tapicería y telar indígena, y se brinda material didáctico para que puedan conocer desde el principio cuál es el origen de la técnica y los tipos de puntadas", precisó Artiga.
No obstante, Artiga reflexionó que las técnicas artesanales "son un legado y tienen que ver con los rasgos identitarios que nos diferencian de otros países. Todas las personas tienen la capacidad de conocer y estar orgullosas de El Salvador y de todo lo que producimos acá, como artesanos y como comunidad. Ese legado debe transmitirse a las próximas generaciones", afirmó.
Con exhibiciones interactivas, galerías digitales, talleres y experiencias multisensoriales, el Cedart no solo fortalece la identidad cultural salvadoreña, sino que se consolida como un motor para la economía creativa.
Para Erika Ortega, la meta es clara: que los visitantes nacionales e internacionales puedan conocer qué hacen las comunidades artesanales de El Salvador, cuál es el talento de los artesanos del país centroamericano y cómo, a través de las artesanías, se les puede identificar.
"Que puedan vivirlo como una experiencia turística y cultural, pero también con una experiencia comercial, ya que, si algo les gustó, lo pueden comprar", concluyó.