
Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 7 ago (Xinhua) -- Con banderas ondeando por todos lados, fuegos artificiales iluminando el cielo, desfiles engalanando las calles y mensajes de unidad en los discursos, Bolivia celebró por tres días el Bicentenario de su independencia, con actos que combinaron civismo, cultura, diplomacia y despliegue militar.
La ciudad de Sucre, en el centro sur de Bolivia, capital constitucional y cuna de la emancipación latinoamericana se convirtió, desde el pasado martes, en el epicentro simbólico del país.
La conmemoración de los 200 años de la Declaración de la Independencia que puso fin al dominio colonial español, trascendió la celebración patriótica en el país sudamericano, para convertirse en una declaración del ideario plurinacional, un ejercicio de memoria histórica y, también, un gesto político.
Desde el pasado 5 de agosto, miles de ciudadanos se volcaron a las calles y plazas para ser parte de los desfiles cívicos, en un ambiente de solemnidad, emoción y participación popular.
El preludio de la conmemoración, fue una gran serenata nacional la medianoche del martes en el Estadio Olímpico Patria de la ciudad de Sucre, donde las notas del Himno Nacional fueron entonadas al unísono por miles de voces, seguido de un espectáculo de fuegos artificiales que tiñeron el cielo sucrense con los colores del lábaro patrio: rojo, amarillo y verde.
Sobre el escenario puesto en el estadio, algunos íconos de la música folclórica boliviana amenizaron la noche. Entre los más coreados estuvieron los Kjarkas, Savia Andina, Llajtaymanta y Los Masis, quienes alternaron sus recitales con jóvenes artistas de todo el país.

El mensaje musical de la noche sucrense coincidió en temas como la unidad en la diversidad y la cultura, columnas vertebrales del Estado Plurinacional.
El 6 de agosto, recordado como el día de la Proclamación de Independencia de Bolivia, la jornada inició con salvas de cañón y el izado de la bandera en la Plaza 25 de Mayo de Sucre.
Tras el acto protocolar de enarbolar la bandera, el presidente de Bolivia, Luis Arce ofreció un mensaje a la nación desde la sesión legislativa solemne celebrada en la Casa de la Libertad, donde se firmó el Acta de Independencia en 1825, y donde estuvieron presentes el vicepresidente boliviano David Choquehuanca, legisladores, autoridades indígenas, sindicales y representantes diplomáticos internacionales.
"Por siglos hemos caminado soñando, resistiendo y venciendo. Este Bicentenario marca el inicio de una nueva era para Bolivia", dijo el mandatario boliviano.
En el acto político participaron más de 100 comitivas extranjeras de al menos 40 países, entre ellos representantes de gobiernos, organismos multilaterales, movimientos sociales, así como embajadores de naciones de América Latina, África, Asia y Europa.
Durante la jornada del 6 de agosto, los actos cívicos se replicaron en todas las regiones del país, con desfiles escolares, izado de banderas y ceremonias institucionales.

Para el 7 de agosto, la jornada de celebración independentista tuvo como protagonistas a las Fuerzas Armadas de Bolivia, ya que en esta fecha se conmemora la fundación del Ejército Boliviano, creado para defender la soberanía e integridad del naciente Estado.
El acto central del día fue la Parada Militar del Bicentenario, uno de los desfiles militares más grandes en décadas, que aglomeró al Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional.
En este contexto, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Gerardo Zabala Álvarez, reafirmó el compromiso de la institución con el pueblo, la democracia y la Constitución de Bolivia.
"Nacimos con el pueblo, hemos estado junto al pueblo y seguiremos al servicio del pueblo", expresó.
Además, Zabala exhortó a realizar una mayor inversión en tecnología y equipamiento para las tres fuerzas castrenses, al tiempo que resaltó los logros recientes en el combate al contrabando, la atención de desastres y la erradicación de cultivos ilegales de coca, subrayando que esas operaciones se ejecutan "con respeto a los derechos humanos".
El desfile militar recorrió las principales avenidas de la ciudad de Sucre, desde la rotonda de las banderas hasta la avenida Germán Mendoza, vigilados todo el tiempo por la atenta mirada de miles de personas, muchas de ellas presentes desde la madrugada, quienes observaban con respeto y emoción el paso de las unidades militares.
El despliegue incluyó más de 5.000 efectivos, repartidos entre bandas de guerra, escuadrones motorizados, unidades especiales, columnas de cadetes, armamento táctico y una demostración aérea que despertó vítores y ovaciones entre los asistentes.
El presidente Luis Arce, acompañado del vicepresidente David Choquehuanca y del alto mando militar, destacó en la ocasión el rol de las Fuerzas Armadas como garantes de la estabilidad democrática y custodios de la soberanía nacional ante los desafíos contemporáneos.
"La nueva política de defensa debe consolidar la estabilidad democrática, garantizada sobre la línea del voto popular y preservar la institucionalidad de la independencia de los órganos de poder de la interacción coordinada del ejercicio del gobierno dentro del Estado Plurinacional", dijo el mandatario.
Bolivia celebró su Bicentenario como nación independiente, recordando la herencia de sus luchas libertarias y asumiendo los retos de la modernidad, al tiempo que se reafirmó como un Estado Plurinacional, multicultural y en constante proceso de construcción.