Por Carina López y Douglas Martínez
SAN SALVADOR, 1 ago (Xinhua) -- Con un colorido desfile y un ambiente cargado de alegría y tradición, comenzaron el viernes las fiestas patronales más importantes de El Salvador, en honor al Divino Salvador del Mundo, patrono de la capital del país centroamericano.
Miles de personas salieron a las calles de San Salvador para dar inicio a una semana de celebraciones culturales, religiosas y recreativas.
El festejo arrancó desde la madrugada con la tradicional alborada, una manifestación que mezcla lo religioso con lo festivo, donde familias enteras se congregan para expresar su fe y entusiasmo.
La presencia de payasos y el desfile de magníficas carrozas provocaron las sonrisas de adultos y niños que abarrotaron los caminos principales de la capital salvadoreña.
El ambiente estuvo amenizado por las bandas de paz, cuyos ritmos fueron acompañados por las conocidas "cachiporristas", quienes recibieron los aplausos del público.
Uno de los momentos más esperados fue la aparición de los icónicos "Viejos de Agosto", personajes disfrazados con vistosos trajes y máscaras que aportaron un toque de humor, mística y simbolismo a la jornada.
Las celebraciones, que se realizan una vez al año, fueron oficialmente inauguradas con un espectáculo de fuegos artificiales y el conocido "desfile del correo" en la plaza Divino Salvador del Mundo, presidido por autoridades locales.
"Este es un ambiente completo de diversión para todas las familias salvadoreñas", afirmó a Xinhua el gerente de Relaciones Internacionales de la alcaldía de San Salvador Centro, Manuel Rodríguez, quien destacó que en esta jornada se distribuyeron más de 50.000 chocolates y dulces entre los asistentes, junto con pases gratuitos para juegos mecánicos y premios especiales.
Pablo Hernández, quien asiste desde niño, destacó el valor histórico de esta celebración que se remonta al siglo XVI. "Siempre venimos, todos los años. Es muy alegre, muy bonito, muy tranquilo. El ambiente es excelente", comentó.
Esta celebración, que culminará el próximo 6 de agosto, mantiene vivas las raíces históricas de El Salvador y fortalece el sentido de identidad y pertenencia de cada uno de sus habitantes.
