WASHINGTON, 22 jul (Xinhua) -- El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó el martes al exmandatario Barack Obama de "traición" por las elecciones presidenciales de 2016, lo que provocó una enérgica respuesta del portavoz de Obama, quien calificó las acusaciones de "ridículas" e "intento débil de distracción".
Al ser consultado por la prensa sobre el caso del fallecido financista estadounidense Jeffrey Epstein, Trump desvió la atención para atacar a Obama.
"Intentaron manipular las elecciones, y fueron descubiertos. Y debería haber consecuencias muy severas por eso", declaró Trump a los periodistas en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Tildando a Obama de "cabecilla de la banda", Trump afirmó que los demócratas, entre ellos Joe Biden y Hillary Clinton, supuestamente participaron en maniobras de manipulación electoral desde los comicios de 2016 hasta los de 2020.
"Esto fue traición. Fue todo lo que uno pueda imaginar. Intentaron robarse la elección. Intentaron encubrir la elección", dijo Trump.
En una declaración, Patrick Rodenbush, portavoz de Obama, señaló que "por respeto a la oficina de la Presidencia, nuestra oficina no suele dar una respuesta a las continuas tonterías y desinformación que salen de esta Casa Blanca. Pero estas afirmaciones son lo suficientemente escandalosas como para merecer una respuesta".
"Estas acusaciones bizarras son ridículas y un débil intento de distracción", concluyó el comunicado.
Epstein, quien mantenía extensas conexiones con las élites políticas y empresariales de Estados Unidos, fue arrestado por cargos relacionados con delitos sexuales y murió en prisión en agosto de 2019, en lo que oficialmente se determinó como suicidio.
Durante su campaña presidencial de 2024, Trump prometió desclasificar documentos relacionados con Epstein en caso de ser reelegido. Sin embargo, a principios de este mes, el Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigación (FBI) emitieron un memorando conjunto en el que señalaron que no existe ninguna "lista de clientes" incriminatoria y que "no procede ni se justifica ninguna divulgación adicional".
El cambio de postura de la Administración Trump sobre el tema ha generado amplias críticas, y algunos de sus seguidores, visiblemente molestos, han pedido incluso la renuncia de la fiscal general Pam Bondi, exigiendo mayor transparencia por parte del Gobierno.