BUENOS AIRES, 21 jul (Xinhua) -- Una marcada salida de divisas a razón del turismo emisivo, el desarme de un conjunto de Letras y una menor liquidación del sector agrícola figuran entre los factores que explican el alza del dólar en Argentina, tras un primer semestre sin mayores variaciones, según sostienen analistas del país.
En julio, el tipo de cambio oficial así como las cotizaciones paralelas comenzaron a escalar en Argentina, resultando en incrementos de hasta 9 por ciento. Sin embargo, aún se mantiene dentro del esquema de bandas dispuesto por el Gobierno y el Banco Central (BCRA) tras la salida de los estrictos controles cambiarios que rigieron en el país hasta el pasado 14 de abril.
El tipo de cambio oficial mayorista, de referencia para operaciones de comercio exterior, ha escalado 8 por ciento en lo que va de julio, mientras que el dólar habilitado para la venta al público (minorista) se ha incrementado alrededor de 7 por ciento en los últimos 21 días.
Por su parte, el dólar paralelo o "blue" mostró la mayor variación, con 105 pesos ganados en las últimas tres semanas lo que refleja un incremento de cerca de 9 por ciento.
Entre los factores técnicos, días atrás se concretó en el país un desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), un instrumento creado en julio del año pasado 2023 para absorber pasivos del BCRA. Su desarme generó un exceso de liquidez en el sistema, según analistas consultados por medios locales. El Grupo IEB calificó el proceso como uno que "generó sorpresas y exceso de liquidez".
En una línea similar, Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, citado por el diario local La Nación sostuvo que hubo un "mal desarme" de las Letras con lo que se generó "un exceso de liquidez que metió una innecesaria volatilidad financiera".
Esta mayor liquidez habría impactado con vehemencia en las cotizaciones del dólar, a lo que se suma la persistencia de un fuerte turismo emisivo que frente a los altos costos internos aumenta la demanda sobre la divisa.
En diálogo con Xinhua, el economista Hernán Bergstein se refirió al ámbito del turismo como uno de los numerosos factores que estarían complicando el panorama cambiario en Argentina.
En ese sentido, sostiene que "el turismo internacional prefiere destinos más económicos, y los argentinos eligen cambiar sus pesos, viajar al exterior o hacer compras desde la comodidad de sus computadoras, lo que favorece esta sangría de dólares de forma continua".
Sin embargo, el consultor especializado en Pymes agrega también que "la incapacidad del Gobierno para mantener rutas que permitan a los camiones transportar productos del campo y de algunas industrias, como las automotrices, dificulta aún más la ecuación de costos que podría ayudar a exportar".
"Todos estos factores generan un cóctel que se retroalimenta y conduce a un aumento del dólar en todas sus expresiones, ya sea el oficial, los dólares financieros o el paralelo 'blue'", acotó.
Para Bergstein, también profesor en las universidades nacionales de Lanús y Quilmes, este repunte se refleja en el encarecimiento de combustibles, servicios públicos y ciertos alimentos, lo cual pone en riesgo la estabilidad que el oficialismo había logrado capitalizar como un logro propio.
Con las elecciones legislativas en el horizonte, el panorama se vuelve aún más complejo para el Gobierno y, de acuerdo con el economista, no se descarta que frente a esto el Ejecutivo deba revisar los márgenes cambiarios establecidos, específicamente el esquema de bandas que fluctúa entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar.
"Muy posiblemente, el Gobierno tenga que revisar las bandas definidas para dejar fluctuar el dólar", consideró el economista.
Otro de los elementos que inciden en la presión cambiaria es la menor liquidación del sector agrícola tras la cosecha gruesa (soja, maíz y girasol), a lo que se suma el fin, desde el pasado 30 de junio, de la vigencia de la baja temporal de los derechos de exportación.
Para Marianella De Emilio, analista de granos de la consultora SDS, citada por Ámbito, el volumen de divisas por las liquidaciones del agro no seguirá el ritmo de los primeros meses del año.
"Esto es porque bajó abruptamente el nivel de liquidaciones de parte de los productores después de que terminó a fin de junio la baja de retenciones y, por ende, va a bajar abruptamente el índice de divisas de ahí en adelante", refirió.
Por su parte, Lucio Garay, economista de Eco Go, también citado por este medio consideró que "se viene un período de alta volatilidad para el dólar" por distintos motivos, entre ellos el cese de la baja temporal de las retenciones.
En esa línea, la evolución del mercado en los próximos meses estará atada a la capacidad del Gobierno para contener la volatilidad, en un año en el que la economía y las elecciones (legislativas) vuelven a configurar el centro de la escena.