PARÍS, 4 jul (Xinhua) -- El presidente francés, Emmanuel Macron, y el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, se comprometieron el viernes, en París, a promover conjuntamente el multilateralismo y fortalecer la coordinación contra los conflictos hegemónicos y las confrontaciones entre bloques.
Durante su encuentro en el Palacio del Elíseo, Macron solicitó a Wang, también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, que transmitiera sus mejores deseos y saludos cordiales al presidente chino, Xi Jinping.
Macron señaló que los dos países comparten un amplio consenso en numerosos temas importantes como la defensa del multilateralismo y el apego al derecho internacional.
Francia y China, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, asumen responsabilidades aún mayores en un momento en que el mundo actual se enfrenta a desafíos de creciente incertidumbre e imprevisibilidad, subrayó.
La parte francesa espera fortalecer la coordinación política con China en materia de economía internacional, finanzas y gobernanza global, abordar conjuntamente los desafíos globales, revitalizar el multilateralismo y evitar que el mundo caiga en conflictos hegemónicos y confrontaciones entre bloques, afirmó Macron.
A su parecer, la Unión Europea (UE) y China deben tomar decisiones estratégicas para convertirse en amigos y socios predecibles y confiables con motivo del 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas.
La parte francesa concede gran importancia al desarrollo de sus lazos con China y da la bienvenida a una mayor inversión china en Francia para construir una relación económica y comercial más equilibrada, apuntó Macron.
Expresó su deseo de volver a visitar China en el momento oportuno.
Wang, por su parte, transmitió los cálidos saludos del presidente Xi a Macron, afirmando que China está dispuesta a trabajar con Francia para implementar el importante consenso alcanzado por los dos jefes de Estado, preparar los intercambios de alto nivel en la próxima fase y fomentar la cooperación en todos los ámbitos.
China y Francia son socios estratégicos integrales y, a la vez, dos importantes fuerzas estabilizadoras en el mundo, señaló Wang, e indicó que cuanto más turbulenta se vuelva la situación internacional, más se destaca el valor estratégico de sus relaciones.
China cree que la tendencia a la multipolarización es imparable y que la globalización es irreversible, dijo Wang, enfatizando que el 80º aniversario de las Naciones Unidas debe aprovecharse como una oportunidad para fortalecer aún más el papel central de la ONU y garantizar que desempeñe el papel que le corresponde.
El canciller chino resaltó la voluntad de su país de reforzar la comunicación estratégica y la cooperación unida con Francia, practicar conjuntamente el multilateralismo, oponerse a la intimidación unilateral y resistir las confrontaciones entre bloques, con el objetivo de inyectar mayor certidumbre y previsibilidad en un mundo cambiante y turbulento, promover una multipolarización equitativa y ordenada, así como una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva, y trabajar juntos para construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad.
Wang aseveró que China, en su camino hacia un desarrollo de alta calidad, está comprometida con la construcción de un nuevo sistema económico abierto de alto nivel, con la creación de un entorno empresarial de clase mundial orientado al mercado, basado en la ley e internacionalizado, y con el impulso activo de la estrategia de expandir la demanda interna.
China "está dispuesta a mejorar la cooperación de beneficio mutuo con Francia y espera que la parte francesa proporcione un entorno más favorable y justo para que las empresas chinas inviertan y operen en Francia", puntualizó Wang.
Tras mencionar que China y la UE han resuelto la cuestión del coñac mediante consultas amistosa, el jefe de la diplomacia china expresó la esperanza de que Francia, como país central en la UE, inste al bloque europeo a gestionar de manera adecuada las disputas comerciales y económicas entre Beijing y Bruselas, y a responder activamente a las preocupaciones de China.
Ambas partes también intercambiaron puntos de vista sobre la crisis ucraniana, la situación en Gaza y el asunto nuclear iraní, entre otros temas.