PARÍS, 5 jul (Xinhua) -- La guerra no es una solución al asunto nuclear iraní y los ataques preventivos, en principio, carecen de legitimidad, dijo el viernes en París el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, quien advirtió de que el abuso de la fuerza militar solo llevará a nuevos conflictos y acumulará más odio.
Wang, también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa conjunta con el canciller francés, Jean-Noël Barrot.
Al ser preguntado sobre la situación en Medio Oriente, Wang señaló que la cuestión nuclear iraní podría haber servido como ejemplo de resolución de disputas internacionales mediante el diálogo y la negociación. No obstante, ahora está desembocando en una nueva ronda de crisis en esa región.
China lamenta lo que está sucediendo y se debe reflexionar exhaustivamente sobre las lecciones aprendidas, manifestó.
Según el jefe de la diplomacia china, la postura de su país respecto a la cuestión nuclear iraní es clara y consistente.
China da importancia al compromiso público que el líder supremo de Irán ha hecho reiteradamente en el sentido de que Teherán nunca desarrollará armas atómicas y, al mismo tiempo, también respeta el derecho de Irán al uso pacífico de la energía nuclear como signatario del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares, apuntó Wang.
Sobre esta base, las partes involucradas pueden acelerar las negociaciones hacia un nuevo acuerdo internacional que resuelva la cuestión nuclear iraní y sitúe las actividades nucleares iraníes bajo la rigurosa supervisión y garantía del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), sostuvo Wang.
A sus ojos, el camino hacia la paz está por delante y la historia pondrá a prueba la sinceridad de todas las partes.
Asimismo, Wang reiteró que no se deben repetir los últimos enfrentamientos armados entre Israel e Irán. Y apostilló que Estados Unidos ha sentado un precedente negativo al bombardear abiertamente las instalaciones nucleares de una nación soberana.
Advirtió de que, si tales acciones desencadenan un desastre nuclear, todo el mundo sufrirá las consecuencias.
La "paz mediante la fuerza" es una afirmación basada en la lógica de la política de poder, comentó Wang, cuestionando que si solo la fuerza dicta lo que está bien y mal, ¿en qué quedan las normas y la justicia?
La fuerza no puede traer una paz verdadera. Más al contrario, puede abrir una caja de Pandora, advirtió el canciller chino, antes de preguntarse cómo se supone que sobrevivirán las naciones menos poderosas, especialmente los países pequeños y medianos.
La verdadera resolución del asunto nuclear iraní no puede eludir el núcleo de la problemática en Medio Oriente, es decir, la cuestión palestina, opinó Wang, para quien la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza no debe prolongarse.
La cuestión palestina no puede quedar marginada de nuevo, las legítimas aspiraciones del pueblo árabe deben ser satisfechas cuanto antes y la justa voz del mundo islámico en general debe ser escuchada, declaró Wang.
La "solución de dos Estados" sigue siendo la única vía realista para romper el ciclo de agitación en Medio Oriente, por lo que la comunidad internacional debe tomar medidas más concretas y eficaces para impulsarla, exhortó.
China y Francia, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, deben defender la justicia, asumir su responsabilidad, apoyar la resolución de conflictos mediante el diálogo y la negociación, oponerse a las prácticas de doble rasero y determinar sus propias posiciones y políticas sobre la base de lo correcto y lo incorrecto del asunto, aseveró Wang.
La ONU y su Consejo de Seguridad deben desempeñar el papel que les corresponde en la promoción de la paz y China está dispuesta a trabajar con Francia para realizar esfuerzos incansables con este fin, concluyó Wang.