BOGOTÁ, 17 may (Xinhua) -- La defensora del Pueblo de Colombia, Iris Marín, advirtió este sábado sobre el agravamiento de la crisis humanitaria en las regiones de Buenaventura y Catatumbo, donde la violencia entre grupos armados ilegales está causando un grave impacto en la población civil.
Durante una visita a las zonas afectadas, Marín denunció el uso de artefactos explosivos lanzados desde drones, que provocaron la muerte de un niño de 12 años, así como desplazamientos masivos, confinamientos, reclutamiento forzado y otros crímenes de guerra.
"En el Catatumbo sigue la guerra. En la noche del jueves, en la vereda 20 de julio, del municipio de Tibú, fueron arrojados artefactos explosivos desde un dron, lo que causó la muerte de un niño de tan solo 12 años y dejó heridos a su mamá, a cinco niños y a tres adultos", dijo la defensora en redes sociales.
Marín rechazó la postura del Frente 33, perteneciente a las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que si bien lamentó el ataque, intentó justificar la afectación a civiles al enmarcarla dentro de su confrontación armada con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"El Frente 33, al igual que el ELN, irrespeta sistemáticamente el Derecho Internacional Humanitario (DHI), especialmente el principio de distinción entre combatientes y civiles", advirtió.
La defensora consideró la posición de los grupos armados como "inaceptable y extremadamente dolorosa" y puso en duda la intención del Frente 33 de querer alcanzar un acuerdo de paz.
De otro lado, Marín denunció la grave situación humanitaria que enfrentan más de 4.000 personas por la intensificación del conflicto armado entre el ELN y el Clan del Golfo en resguardos cercanos a Buenaventura.
"40 confinamientos masivos y nuevos desplazamientos, homicidios selectivos, presencia de minas antipersona, artefactos explosivos improvisados, reclutamiento forzado de niños y adolescentes, desapariciones y violencia sexual, entre otros crímenes", afirmó.