TAIYUAN, 10 abr (Xinhua) -- La estación china de Qinling, en la Antártida, puso en funcionamiento en marzo un sistema híbrido pionero que integra energía eólica, solar, de hidrógeno y diésel, con lo cual fue totalmente completado este primer proyecto de energía limpia a gran escala del país en el continente.
El sistema fue diseñado para utilizar fuentes renovables que permitieran abastecer el 60 por ciento de la energía de la estación, y se espera que reduzca el uso anual de combustibles fósiles en más de 100 toneladas, lo cual subraya el impulso dado por China a una investigación polar más ecológica.
En la estación se instalaron turbinas eólicas de 100 kilovatios, paneles solares de 130 kilovatios, una instalación de hidrógeno de 30 kilovatios, y una batería de baja temperatura con capacidad de 300 kilovatios-hora, según un miembro del equipo de la 41ª expedición antártica china.
"Este sistema marca una transición de los combustibles fósiles a la energía sostenible en la exploración antártica", afirmó Sun Hongbin, un destacado científico especializado en energía polar y presidente de la Universidad Tecnológica de Taiyuan, en la provincia de Shanxi, en el norte de China.
El proyecto, desarrollado mediante simulaciones de laboratorio, pruebas en entornos reales y ensayos en el propio lugar, tomó forma en el laboratorio de energías limpias para entornos polares de la universidad.
En el interior de este, los investigadores replicaron las duras condiciones de la Antártida: temperaturas de hasta 50 grados centígrados bajo cero y vientos que llegan a alcanzar los 60 metros por segundo. Una cabina de simulación imitó los cuartos destinados a servir como viviendas de la estación, mientras que en compartimientos exteriores se reprodujeron artificialmente tormentas de nieve.
"El frío extremo y los vendavales son los mayores obstáculos. Las simulaciones en el laboratorio mejoran la fiabilidad y seguridad de los equipos", explicó Dou Yinke, decano de la Escuela de Ingeniería Eléctrica y Energética de la universidad.
Durante los períodos sin viento ni sol, el sistema tiene la capacidad de alimentar la carga máxima de 150 kilovatios de la estación por dos horas y media. Igualmente, las unidades de hidrógeno pueden proporcionar 30 kilovatios de electricidad ininterrumpida durante 14 días en las noches polares.
Sun destacó el doble beneficio del nuevo modelo: reducción de costos y protección del frágil ecosistema antártico.
A pesar de los significativos desafíos técnicos que plantea establecer sistemas de energía limpia en la Antártida, resulta notable este reciente logro de haber alcanzado una tasa de utilización energética renovable del 60 por ciento, de acuerdo con Yaedong Kim, expresidente del Comité Científico de Investigación Antártica.
La Estación de Qinling, la quinta base china en el continente helado, comenzó a operar en febrero de 2024. Hay planes en marcha para expandir el modelo a otras estaciones polares del país y adaptarlo a más entornos hostiles en todo el mundo. ■