JINAN, 31 mar (Xinhua) -- En la mesa hay condimentos como anís estrellado, hojas de laurel y canela china. Hay también cebolleta cortada en secciones, rebanadas de jengibre y panceta de cerdo con piel quemada al fuego. En la cocina de enseñanza de la Escuela de Profesionales Alcazarén, en España, comienza la elaboración de una receta de carne estofada tradicional de la provincia oriental china de Shandong.
Una decena de estudiantes españoles trabaja cuidadosamente, mirando de vez en cuando hacia arriba para ver el video, siguiendo las instrucciones de Bao Shusheng, un maestro de la cocina de los platos típicos de Shandong, conocidos con el nombre chino de "platos Lu", quien dicta la clase desde la Escuela Vocacional de Cultura y Turismo de Yantai. En el video, el maestro se detiene ocasionalmente para explicar los pasos clave a sus estudiantes.
Esta es la tercera lección de la Sala Internacional de Conferencias para la Cocina de Shandong de la escuela. Previamente, la escuela logró crear el estándar curricular de las "habilidades de preparación de platos Lu", que cumple con los estándares del nivel III del marco europeo de cualificaciones (EQF, por sus siglas en inglés) y del Marco Español de Cualificaciones para el Aprendizaje Permanente (MECU), y fue reconocido por la Asociación Nacional de la Formación para el Empleo de España.
El presidente de la Alianza Mundial para el Desarrollo de Habilidades, Oscar Prat van Thiel, explica que el curso incluye dos partes: Lecciones teóricas y lecciones prácticas. La duración total de la enseñanza es de aproximadamente 30 horas. "China tiene muchas escuelas vocacionales de alta calidad, y estamos muy contentos de comenzar un nuevo viaje de cooperación de educación profesional entre China y España a partir de la Escuela de Profesionales Alcazarén", manifiesta Prat.
"La sala de conferencias también enseña platos como pollo Kung Pao y tiras de pescado agridulce, que son seleccionados por profesores y estudiantes locales desde los menús que ofrecemos", dice, a su vez, el chef Bao.
"En la primera fase de lecciones se enseñó el plato de tiras de pescado agridulce, un sabor agradable para los españoles. Los ingredientes utilizados son el lenguado típico de Yantai, y los condimentos también son de marcas locales de Yantai", detalla Bao, y agrega: "La práctica europea de cocinar el pescado es completamente diferente de la china. Este plato no solo dará a los estudiantes españoles una visión de los platos Lu, sino que también enriquecerá las recetas locales".
La Escuela Vocacional de Cultura y Turismo de Yantai se encuentra en Shandong, tierra natal de Confucio. Shandong es uno de los mayores centros vitivinícolas de China. Por su parte, la Ribera del Duero en España, donde se localiza la Escuela de Profesionales Alcazarén, es un centro muy importante para la elaboración del vino en el país europeo.
"Es por eso que empezamos a trabajar juntos", argumenta Prat.
Kiril Juan Schimmang Alonso, estudiante de la escuela española que participó en la primera fase de las lecciones, asegura que es muy emocionante aprender diferentes culturas a través del trabajo en equipo.
"Al cocinar tiras de pescado agridulce, entendemos la técnica de corte y la tecnología de encurtido de estilo chino, y sentimos además el significado cultural detrás de la comida", afirma.
Daniel Moral Ortega, otro estudiante de la escuela, dice que la enseñanza en línea puede permitirles la participación en más producción de comidas de diferentes regiones, y hacer que la cocina sea más interesante.
Según Moral, gracias a la enseñanza en línea, se atreven a hacer más intentos e innovaciones. Este plato no proviene de España, pero brilla con un encanto irrepetible porque lleva la sabiduría de la dieta oriental, afirma Moral.
De acuerdo con Nieves García, directora de la Escuela de Profesionales Alcazarén, esta es una gran oportunidad para los estudiantes, ya que pueden ampliar su visión de la cocina internacional, aprender técnicas culinarias chinas y aplicarlas a la cocina española. Para el personal docente, esta es también una preciosa oportunidad para comprender el uso de los productos y las costumbres gastronómicas de Shandong.
La directora cree en que al final de la formación, tanto los profesores como los estudiantes se convertirán en mensajeros de la cocina china, y aparecerán excelentes profesionales culinarios que integren con éxito las culturas gastronómicas de los dos países.
Prat, por su parte, opina: "Este es un buen intento, y en el futuro podemos cooperar en terrenos como la protección del patrimonio cultural y la innovación científica alimentaria".