BUENOS AIRES, 10 mar (Xinhua) -- El cumplimiento sostenido por parte de China de sus objetivos económicos y sociales pone de manifiesto la "resiliencia" del país asiático ante un volátil escenario económico global, afirmó el académico argentino Sergio Cesarin.
En una entrevista reciente con Xinhua, el investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) aseguró que la capacidad que ha tenido China de materializar sus objetivos se debe a una combinación de políticas internas que le ha permitido "sortear impactos negativos" y garantizar su dinamismo.
"Considero que el comportamiento de la economía china ha respondido a los parámetros y criterios establecidos en la planificación anual, con un crecimiento sostenido del 5 por ciento, lo cual ha permitido sortear impactos negativos como son, en el ámbito externo, la persistencia de restricciones impuestas sobre industrias de alta tecnología y un ambiente más proteccionista", sostuvo Cesarin.
El también coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacífico e India de la Universidad Nacional de Tres de Febrero destacó la gestión gubernamental para garantizar la estabilidad en el consumo, gestionar las asignaciones de créditos al mismo tiempo que implementan planes de estímulo y una expansiva política fiscal.
También resaltó que el concepto de desarrollo de alta calidad de China, que integra criterios de sostenibilidad ambiental, otorga a su economía la posibilidad de un mayor dinamismo a mediano plazo.
"Es de esperar que, en el mediano plazo, una economía que se rige por parámetros propios de un modelo de desarrollo de alta calidad y ecosostenible sostenga su dinamismo, si tomamos en cuenta la complejidad de una planificación que debe atender los cambios demográficos, la modificación de expectativas sociales y otras variables", remarcó.
Cesarin se refirió además al énfasis de las autoridades chinas en combinar las fuerzas del mercado con la orientación gubernamental, para lograr el desarrollo económico. En ese sentido, resaltó la sostenibilidad de la inversión en ciencia, tecnología e innovación combinada con "la reducción de costos en sectores manufactureros", todo lo cual ha permitido impulsar la economía.
"Desde el comienzo de las reformas, China es una economía regida por la orientación estratégica del Estado en la que el mercado juega un papel cada vez más determinante. Desde comienzos de la actual década, con mayor énfasis, las fuerzas del mercado han movilizado al sector privado y creado un ecosistema industrial y tecnológico liderado por firmas privadas en las que el emprendimiento ha permitido el surgimiento de miles de 'startups' en servicios financieros, comerciales, e-commerce, consultoría", indicó.
Además, consideró "acertada" la estrategia de combinación del desarrollo de industrias emergentes que implican alta tecnología, como es el caso del sector de las energías renovables, la inteligencia artificial, la industria aeroespacial, entre otras, con objetivos sociales como la reducción de la pobreza.
"Los avances son evidentes y muestran lo acertado de la estrategia en áreas tales como, semiconductores, fabricación de chips, computación cuántica, electromovilidad, industria automotriz, inteligencia artificial, robótica, telecomunicaciones, internet de las cosas, big data, o industria aeroespacial, en las que firmas privadas han creado un ecosistema integrado", señaló.
"Pero el desarrollo no es una variable unidimensional, sino que debe ser compatible con un desarrollo social expresado en planes nacionales sobre reducción de la pobreza, mejores condiciones de bienestar para la población mediante acceso a nuevas tecnologías, servicios públicos, habitabilidad y vivienda, salud pública, goce y recreación en espacios urbanos en sintonía con una economía verde y ecosostenible", agregó el académico.
