Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 8 feb (Xinhua) --- Bolivia comenzó el 2025 con la inflación más alta de las últimas tres décadas, al registrar un índice de 1,95 por ciento en enero, frente a diciembre anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este incremento en el costo de vida, según los expertos, perfila una tendencia inflacionaria compleja, con riesgo de superar la proyección gubernamental del 7,5 por ciento y alcanzar cifras de dos dígitos.
El economista y docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Omar Velasco, dijo este sábado a Xinhua que, si la inflación mensual mantiene un promedio del 1,5 por ciento, el país podría cerrar el año por encima del 15 por ciento.
"La cifra de inflación de enero es uno de los registros más elevados de las últimas décadas. Si el promedio de inflación mensual alcanza el 1,5 por ciento, seguramente superará de lejos el 7,5 por ciento proyectado por el Gobierno en el Presupuesto General del Estado 2025", afirmó.
Velasco destacó que la coyuntura inflacionaria en Bolivia es crítica, debido a la persistente escasez de dólares, los conflictos sociales, las pugnas políticas y, especialmente, por tratarse de un año electoral, lo que refleja un deterioro del poder adquisitivo de la población.
De acuerdo con el experto, un dato alarmante es la inflación interanual de 12 meses, que en enero de 2025 alcanzó el 12,03 por ciento, la más alta en los últimos 20 años.
Según los registros del INE, en los últimos años la inflación de enero nunca había superado el 1 por ciento. En 2024 fue de apenas 0,08 por ciento; en 2023, de 0,33 por ciento; en 2022, de 0,31 por ciento; en 2021, de 0,47 por ciento; en 2020, -0,03 por ciento; en 2019, 0,23 por ciento; en 2018, de 0,3 por ciento; en 2017, de 0,1 por ciento; en 2016, de 0,41 por ciento; en 2015, de 0,97 por ciento; y en 2014, de 0,3 por ciento. Esto refleja un cambio drástico en la dinámica económica del país.
El informe del INE, presentado la noche del viernes, señala que el alza de precios estuvo impulsada por el encarecimiento de productos esenciales como la carne de res y pollo, el tomate, los pasajes del transporte urbano y los almuerzos, impactando directamente en el bolsillo de los ciudadanos. En términos interanuales, la inflación acumulada a enero alcanzó un 12,03 por ciento, superando ampliamente los registros previos.
El director del INE, Humberto Arandia, atribuyó el aumento de precios de este primer mes del año a factores como la especulación en la comercialización de carne de res, particularmente en el precio del ganado destinado al engorde.
Por su parte, el economista y gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Antonio Rodríguez, comentó a Xinhua que el incremento de la inflación tiene raíces más profundas, vinculadas a la política económica del país.
Rodríguez señaló que el Gobierno ha mantenido un nivel de gasto público muy por encima de los ingresos fiscales y la capacidad productiva del país, generando una presión inflacionaria creciente.
Otro factor clave, según el experto, es la distorsión en el mercado cambiario. Aunque el tipo de cambio oficial se mantiene en 6,97 bolivianos por dólar, en el mercado paralelo la divisa estadounidense ha llegado a cotizarse hasta en 11,50 bolivianos, lo cual genera incertidumbre y encarece las importaciones.
Esta disparidad ha provocado una fuga de dólares y ha encarecido los insumos importados, agravando la inflación.
El Gobierno boliviano enfrenta un 2025 con enormes desafíos económicos en un contexto de crisis inflacionaria y escasez de divisas, comentó Rodríguez, quien consideró, que la salida más viable es impulsar las exportaciones como fuente de generación de dólares, pero las restricciones impuestas por el Poder Ejecutivo a varios productos limitan esta alternativa.
Aseveró que el deterioro del poder adquisitivo es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, especialmente ante el encarecimiento de productos de primera necesidad.
A estos factores sumó la incertidumbre política derivada del proceso electoral de 2025, lo cual genera un clima de inestabilidad y la posibilidad de frenar la inversión privada.