Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 5 feb (Xinhua) -- El periplo que realiza el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, por Centroamérica y el Caribe busca ayuda para contener la ola migratoria hacia su país, aseguró el analista cubano Pável Alemán, del habanero Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI).
Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana son los países contemplados en la gira de Rubio para abordar la política migratoria del presidente Donald Trump.
"La gira busca la cooperación para contener el flujo de migrantes irregulares y aceptar su deportación a los países de origen", afirmó el politólogo en diálogo con Xinhua.
Alemán explicó que todos los países implicados en el recorrido tienen economías de pequeña escala, que dependen en buena medida de la relación comercial con Estados Unidos, uno de sus principales socios.
Dijo que buena parte de estos países son emisores de migrantes y ruta de tránsito para los migrantes irregulares que pretenden asentarse en Estados Unidos.
"Todo ello los hace altamente vulnerables a las represalias comerciales de Washington a través de la imposición de aranceles", señaló el especialista en temas de América Latina y el Caribe.
Por esa razón, Alemán apuntó la posibilidad de que los países visitados acepten sin muchas objeciones cooperar en la contención de la migración.
El también profesor universitario consideró que el Gobierno de Trump ha estado utilizando el tema migratorio como excusa para abordar temas relativos al comercio y a la seguridad.
"La percepción es que quiere de forma simultánea reducir el déficit comercial que tiene con algunos países, obligándolos a aceptar sus condiciones en política migratoria y ejerciendo una presión considerable para favorecer a sus empresas", ahondó.
El investigador subrayó el daño que sufrirán los países latinoamericanos y caribeños con las políticas proteccionistas de Estados Unidos, que son contradictorias con el libre comercio propugnado por décadas.
"También la deportación masiva eliminaría una parte importante de los ingresos de esos países que provienen de las remesas, pero además eliminaría la contribución que los deportados realizan en los propios Estados Unidos, a partir del consumo y de los impuestos que pagan", agregó.
Al evaluar las razones de Washington para impulsar las deportaciones, afirmó que es usual responsabilizar de los problemas internos de una sociedad a los actores externos o que resultan ajenos a ella.
"Ese es el caso de los migrantes, cuya contribución ha sido notable no solo en la economía, sino en el crecimiento de la sociedad estadounidense", afirmó.
Alemán indicó que a pesar de esos aportes, los latinos conforman una comunidad cuantitativamente creciente y significativa, que representa un desafío al ideal WASP (blanco, anglosajón y protestante) de los sectores más conservadores de la política en Washington.
Al comentar el envío de migrantes a la Base Naval de Guantánamo, recordó que Cuba no ha dejado de reclamar la devolución de ese territorio ocupado ilegalmente por Estados Unidos y que hace mucho perdió el sentido estratégico militar.
"Sin embargo, sigue constituyendo una facilidad militar que le permite eludir las normas del derecho interno estadounidense e internacional, particularmente en lo relativo a los derechos humanos de los retenidos", denunció el académico y miembro de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por siglas en inglés).
Refirió el historial de violaciones de derechos humanos que acumula ese centro de detención, desde los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, y la invasión y ocupación militar de Afganistán por tropas estadounidenses.
"Es de esperar que a similitud de los prisioneros por supuestos cargos de terrorismo que han estado en la Base, los deportados internados allí, estén desprovistos de derechos, al no ser aplicable la ley estadounidense en suelo extranjero", aseveró Alemán.