ATOTONILCO EL BAJO, México, 2 feb (Xinhua) -- Enclavada en la región sur del estado mexicano de Jalisco (oeste), a unos 40 kilómetros al sur de su capital, la ciudad de Guadalajara, la laguna de Atotonilco es un humedal de gran relevancia ecológica, cuya condición actual evidencia los esfuerzos de conservación ambiental de la sociedad civil y el Gobierno de la localidad.
A pesar de no contar con entrada ni salida de agua, la riqueza biológica de la laguna le convierte en un santuario para numerosas especies de aves, entre ellas el chorlito nevado (Charadrius nivosus) y el charrán mínimo (Sternula antillarum), ambas en peligro de extinción.
Especialistas y organizaciones mantienen sus esfuerzos para proteger a estas especies que forman parte de la rica biodiversidad que distingue a los humedales del occidente de México.
Tales esfuerzos cobran especial relevancia en el marco del Día Mundial de los Humedales, celebrado cada 2 de febrero en conmemoración de la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, que se celebró en la fecha en 1971 en Ramsar, Irán.
El investigador Carlos Contreras de la organización sin fines de lucro Eco Kaban, dedicada al estudio y conservación de los recursos naturales, trabaja desde 2015 en la conservación del chorlito nevado en Atotonilco.
"Lo que hacemos es anillarlos y contar los nidos. Atrapamos al papá y a la mamá, si es posible, y registramos todas sus características morfológicas: medimos sus patas, su peso, el pico y la calidad del plumaje", explicó Contreras a Xinhua.
El chorlito nevado llega a la laguna entre abril y julio para anidar, al ser su comportamiento reproductivo particularmente interesante.
Los machos decoran los nidos con piedritas, ramitas, caracoles y escamas de peces, de manera que si la hembra aprueba la decoración adopta el nido, pero si no, el macho debe buscar otro sitio.
Junto al chorlito nevado, el charrán mínimo también encuentra en la laguna de Atotonilco un refugio para su reproducción, que a diferencia del chorlito, los charranes hacen una simple oquedad en la tierra para depositar sus huevos.
"Los charranes mínimos ponen de dos a tres huevos, pocas veces dos y rara vez cuatro. Es importante protegerlos porque debido a su camuflaje son difíciles de ver. Si un adulto no está en el nido, una persona podría pisar los huevos o incluso a los pollitos sin darse cuenta", advirtió Contreras.
Para reducir estos riesgos, Eco Kaban y otras organizaciones han logrado cercar unas cuatro hectáreas durante la temporada de anidación, lo que evita la entrada de ganado y de personas con perros.
"Estas dos especies son importantes porque están en peligro de extinción. En México es raro encontrar colonias reproductoras en humedales tierra adentro", apuntó Contreras, quien destacó que la Red Mexicana de Chorlito Nevado monitorea la especie principalmente en la costa de Sinaloa y al norte del país.
El esfuerzo de conservación también cuenta con el respaldo de instituciones gubernamentales, entre ellas, la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Lagunas (JIMAL) ha desempeñado un papel clave en la protección del humedal.
"Los humedales son ecosistemas acuáticos con ciertas características particulares. Son poco profundos y hábitat de una gran biodiversidad, incluyendo aves, mamíferos, reptiles y anfibios. Actualmente, son ecosistemas muy vulnerables debido al cambio climático y a las actividades antropogénicas", explicó el encargado del despacho de la dirección de la JIMAL, César Daniel Ugalde.
La JIMAL ha promovido la declaratoria de área estatal de protección hidrológica para la laguna de Atotonilco, un proceso que ya está avanzado.
"Desde 2020, hemos trabajado en el desazolve de canales para rehabilitar los flujos de agua en este sitio. También realizamos monitoreos de especies en coordinación con otras instituciones como Eco Kaban para aves y la Universidad de Guadalajara para mamíferos", detalló Ugalde.
La región donde se encuentra Atotonilco cuenta con varios cuerpos de agua de gran importancia ecológica como el lago de Chapala (el lago más grande México), así como las lagunas de Sayula y Zacoalco, declaradas sitios Ramsar por su relevancia ambiental.
Un sitio Ramsar es una designación otorgada bajo la Convención Ramsar, un tratado internacional que protege a los humedales de importancia mundial.
La conservación del chorlito nevado y el charrán mínimo en Atotonilco es un esfuerzo conjunto entre organizaciones civiles, academia y autoridades.
La información recopilada en el monitoreo de estas aves no solo contribuye a su protección, sino que también fortalece la investigación sobre su comportamiento y distribución en México.
"Hemos notado que los individuos que llegan aquí pesan unos cinco gramos más que los del norte, lo que sugiere que tienen mejores condiciones físicas y logran viajar hasta esta zona", comentó Contreras.
Este dato es relevante para la biología de la conservación, pues indica que la laguna de Atotonilco puede representar un hábitat clave para la supervivencia de la especie en el país, según ponderó el especialista.
Mientras los especialistas continúan recopilando datos y protegiendo los sitios de anidación, el llamado es claro: reforzar la protección de los humedales y concientizar sobre su importancia es una necesidad impostergable.
Este 2 de febrero, en el marco del Día Mundial de los Humedales, la laguna de Atotonilco se erige como un recordatorio de la importancia de los ecosistemas y la necesidad de su conservación a largo plazo, en aras de mantener la biodiversidad que hace únicos al planeta y cada una de las regiones que lo integran.